Quintana Roo

Por Miguel Améndola

TULUM, 13 de octubre.- Más de mil 600 kilómetros de fascinantes y únicos ríos subterráneos se han descubierto como parte de las expediciones que iniciaron desde hace décadas buzos expertos, con lo cual Tulum se convierte en el sitio con la red acuífera más larga del mundo y lo coloca como el principal patrimonio cultural sumergido a nivel internacional, aunado que es un sistema que, además guarda información de la prehistoria y, por ende, su necesaria preservación.

A casi dos años de que los buzos Robbie Schmittner, de origen alemán, y Steve Boagarts, de Inglaterra, encabezando el proyecto Gran Acuífero Maya (GAM), lograron conectar lo que en un principio se pensó eran dos ríos diferentes, en este caso Sac Actún (cueva blanca) y Nohoch Nah Chich (gran casa de las aves), que sumaron en su momento 153.6 kilómetros y que hoy en día dicho descubrimiento ya enlaza por lo menos 1600 kilómetros.

Ante ello, los descubridores señalaron que la corriente fue agrupada como sistema Sac Actún, a consecuencia que el más grande se come al más pequeño.

La formación de sitios acuáticos naturales data desde la “Era de Hielo”, a consecuencia de la última glaciación que se suscitó hace aproximadamente 10 mil y 13 mil años, cuyas exploraciones han revelado la vida humana y animal de miles de años de antigüedad, por lo que pasó de ser un asentamiento de civilizaciones humanas y fauna prehispánicas, a ser un producto de aprovechamiento turístico, información que se dará a conocer a detalle en próximos reportajes.

Relativo a lo anterior, Guillermo de Anda Alanís, biólogo del INAH, adscrito a la coordinación nacional, explorador de National Geographic y director del proyecto Gran Acuífero Maya, expuso que es un proceso de muchos años en los que han intervenido un sinnúmero de exploradores.

No obstante, destacó que en los últimos cinco años nació el Proyecto del Gran Acuífero Maya, donde se intensificaron las investigaciones para conocer esta cueva y para estudiarla científicamente.

“Inició hace 20 años la exploración intensiva de estos sistemas para lograr conocer su verdadera longitud y en el caso particular de la conexión del Sac Actún y Nohoch Nah Chich, pero en los últimos cinco años es donde se logró el descubrimiento más importante de todos los cenotes a nivel mundial”, dijo.

Expuso que el líder de la exploración es Robbie Schmittner, quien logró y dio a conocer en enero del 2018 la unión de los cuerpos de agua más importantes, logrando descubrir la conexión de cueva inundada más larga del mundo.

Resaltó que derivado de esta fructuosa investigación, Tulum se ha posicionado como la máxima referencia en cuevas inundadas en todo el mundo y le proporciona un valor agregado a la diversidad de historia que aguarda este sistema acuífero.

De esa manera pone a este destino en un plano preponderante en la profundidad y abundancia en sus cuevas inundadas que hace miles de años albergó una era de hielo y una zona de arqueología.

“Tulum cuenta con gran cantidad de cuevas inundadas, yo no les llamo ríos subterráneos, son sistemas de cuevas inundadas que de alguna manera que son increíbles porque son una especie de laberintos de cuevas, pero lo más importante es que es un tesoro de agua dulce y pues ha posicionado a Tulum como el sitio con las cuevas más destacada en el mundo”, acotó.

Respecto al cuidado de estos cuerpos de agua, mencionó que ello representa una gran responsabilidad para las autoridades y para el público en general de cuidar y preservar este acuífero maya, que es un tesoro invaluable e irrepetible en todo el mundo.

Sin embargo, respecto a ese apartado consideró que no se le está dando la importancia necesaria, pues continúan desarrollándose asentamientos habitacionales y turísticos sin respetar las normativas ambientales y por consecuencia se tiene una gran contaminación.

“Nosotros somos científicos y exploradores, y lo que hacemos es conseguir datos para establecer recomendaciones de políticas públicas a las autoridades, considero que no se está haciendo un esfuerzo sistemático formal para poder entender y cuidar estos acuíferos porque los desarrollos urbanos y turísticos siguen sin un adecuado impacto ambiental, es importante preservar con conocimiento de causa, es decir, dónde aplicar y respetar los datos científicos y creo que esto es importante, para estudiarlos de cualquier manera se requiere de permisos de las autoridades que debemos de tener”, acotó.

Agregó que se cuenta con un apoyo por parte del Instituto Nacional de Antropología e Historia y por parte de la Conanp en cuanto a las autorizaciones a los sitios, que es necesario para accesar a estos cuerpos de agua.

En cuanto al apoyo financiero, reconoció que el recurso ha sido fundamentalmente de National Geographic y universidades, lo que ha permitido que las expediciones que como resultado ha incrementado kilómetros.

“Tenemos cuando menos mapeados mil 600 kilómetros de acuerdo al registro espeleológico de Quintana Roo, sigue creciendo y se encuentran kilómetros cada mes aproximadamente, tenemos inmenso acuífero con un valor en agua dulce, en espeleología, recursos naturales y de patrimonio cultural sumergido”, refirió.

Abundó que hay que percibir este gran acuífero maya como un sistema enorme que involucra muchas cosas, como cultura, biología, espeleología, paleontología, adicionado a que existen muchas cuevas en otras partes del mundo, pero ninguna se iguala en las características y propiedades a las que Tulum tiene en su subsuelo.