De la Redacción
BACALAR, 17 de octubre.- Elementos del Ejército Mexicano adscritos a la XXXIV Zona Militar mantienen asegurado y sitiado el rancho Saga, vecino del exrancho estatal Ubre Blanca, ubicado en el kilómetro 4 del tramo carretero estatal Bacalar-Reforma, los cuales están en espera de la orden de cateo para ingresar a la propiedad, que presuntamente es el centro de operaciones de narcotraficantes en el sur de Quintana Roo.
En el rancho se presume que se resguardan armas de alto calibre y drogas, por lo que presuntamente delincuentes han tratado de recuperarlas al atacar a balazos durante esta semana a los militares, y es por ello que desde la madrugada del pasado miércoles se tuvo una importante presencia militar para evitar que la delincuencia organizada los sorprenda.
Este rancho, presunto centro de operaciones del narcotráfico, tiene a pocos metros de la carretera una vieja casa de mampostería con techo y tinglado de láminas de zinc; en sus alrededores se nota la maleza crecida y sin ningún animal pastando en los terrenos.
Tampoco se observan construcciones cercanas, pero sí caminos de terracería en donde circulan las camionetas que se internan en la propiedad hacia las brechas que pasan a espaldas de los ranchos de la zona.
El predio es donde el pasado jueves 3 de octubre por la noche se dio un enfrentamiento entre grupos del crimen organizado, cuando un comando armado lo atacó presumiblemente en busca de su dueño, Sabino M. V.; y ahora aparenta estar abandonado, al igual que los vehículos que se observan a simple vista y a lo lejos a los costados de la edificación, como son una vieja camioneta roja y dos vehículos de color blanco, así como otro par de carros que no se distinguen al pasar por la carretera Bacalar-Reforma, pues están a espaldas de la construcción.
A orillas de la carretera, enfrente de la reja de madera que marca la entrada, entre los alambres de púas, se encuentra estacionada una camioneta militar con varios elementos, para impedir el paso de las personas que intenten ingresar al predio.
El perímetro del rancho fue acordonado con cinta de color amarillo y delante de ella se encuentran apostados los elementos del Ejército Mexicano, en posición de alerta y listos para repeler cualquier ataque de algún grupo armado o narcotraficantes que intenten regresar al rancho Saga para recuperar las armas de fuego y drogas que se presume se encuentran en su interior.
Son alrededor de un centenar de soldados y seis camionetas del Ejército Mexicano que se encuentran estratégicamente ubicados en los cuatro puntos cardinales del rancho Saga, debido a que el pasado martes en la noche los militares fueron atacados por un grupo de narcotraficantes cuando realizaban recorridos de vigilancia por la carretera que conduce a Reforma, municipio de Bacalar.
De acuerdo con información extraoficial, otro ataque a balazos de criminales se produjo alrededor de las 11 de la mañana, el cual también fue repelido, sin que haya habido bajas ni heridos del lados de los soldados ni de los delincuentes, que huyeron internándose en las brechas a los lados del camino estatal.
Ante el ataque a los militares, la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) ordenó reforzar el operativo y envió a alrededor de cien elementos a esta “zona “caliente ubicada en el municipio de Bacalar, donde mientras unos resguardan el rancho otros caminan en el monte en busca de presuntos criminales, además de que otros todo lo necesario para acampar alrededor del rancho por tiempo indefinido, como pertrechos, alimentos no perecederos, equipos de comunicación y todo lo necesario para operaciones en la selva y para operativos contra la delincuencia organizada.
Las personas que circulan por la carretera en camionetas y vehículos hacia Bacalar o Reforma, presenciaron turbados el operativo militar que se realiza frente al rancho Saga, pues no es algo común para ellos el observar a tantos elementos juntos en un mismo lugar, sobre todo con el equipo necesario para repeler cualquier ataque.
Los militares revisaron todos los vehículos particulares que pasan por la zona, tanto de ida como de vuelta, acto en el que de manera amable le informan a los ciudadanos que están aplicando la Ley Federal de Armas de Fuego y Explosivos, por lo cual acceden y queda constancia que no están violando la ley; luego los dejan continuar su camino.
Los elementos del Ejército Mexicano que se encuentran rodeando el rancho Saga, hasta la tarde hoy estaban en espera de que la Fiscalía General de la República (FGR) tenga la orden de cateo para realizar los trabajos correspondientes, ya que presuntamente ahí se guardan armas y droga.
Ataques a los soldados
Cabe destacar que los diarios POR ESTO! informaron en su edición del jueves 17 de octubre, que elementos del Ejército Mexicano fueron atacados y tuvieron que repeler estos ataques en dos ocasiones, en el tramo carretero Reforma–Bacalar, en la noche del martes y la mañana de este miércoles, a la altura del rancho Saga, donde a principios de mes ocurrió un enfrentamiento entre grupos del crimen organizado, con saldo de un sicario muerto.
De acuerdo con información extraoficial, el primer caso supuestamente ocurrió a las 19:30 horas del martes, y el segundo ocurrió cuando instalaban un retén, alrededor de las 11:00 horas del miércoles, en las inmediaciones del rancho Saga, vecino del rancho Ubre Blanca, en el tramo Bacalar-Reforma.
De acuerdo con informes de la Secretaría de la Defensa Nacional, el primer ataque se suscitó el martes cuando los militares realizaban recorridos de vigilancia por la carretera que conduce de Reforma-Bacalar y vieron a un grupo de personas fuertemente armadas.
Se inició una persecución; los narcos ingresaron a una zona de maleza y comenzaron a disparar contras los soldados.
Los disparos provenían de una camioneta en movimiento, la cual circulaba en una brecha cercana al sitio; de inmediato los militares se pusieron en posición y repelieron el ataque en su contra; después del refuego los sujetos de la camioneta huyeron por esa misma brecha sin que los militares los pudieran detener; pero dejaron a descubierto el rancho.
No hubo muertos ni heridos en este caso, y las autoridades informaron que aseguraron un fusil de asalto, una pistola, sin mencionar modelo ni calibres, y balas; también encontraron ropa y equipo tipo militar, además de cinco vehículos.
Posteriormente, se aseguró la zona y los militares dieron parte a la Fiscalía General de la República, quien solicitará una orden de cateo para ingresar al rancho e inspeccionarlo, además de asegurar de manera legal lo que se encuentre dentro de éste.
Sobre el segundo caso, de manera extraoficial se supo que el miércoles se instaló un puesto de control en este punto de la carretera, aproximadamente a las 11:00 horas.
Al momento de que éstos tomaban posiciones, de nueva cuenta los intentaron agredir, en esta ocasión con una ráfaga de disparos, pero nuevamente repelieron la agresión para ver como los presuntos gatilleros escapaban por una brecha cercana.
Enfrentamiento previo
entre delincuentes
Del rancho Saga hay que decir que el pasado jueves 3 de octubre en la noche fue escenario de un enfrentamiento entre presuntos grupos criminales vinculados al trasiego internacional de droga en los municipios de Bacalar y el sur de Quintana Roo.
Ese enfrentamiento entre narcos en el rancho Saga, que es vecino del exrancho ganadero estatal Ubre Blanca, ubicado en la carretera estatal Reforma–Miguel Alemán, a unos 4 kilómetros del entronque con la carretera federal Bacalar-Felipe Carrillo Puerto, dejó saldo de uno de los sicarios atacantes muerto, el cual vestía con ropa táctica y tenía a su lado un fusil de asalto tipo AR-15 de largo alcance abastecido.
En el reporte se señaló que al menos 15 sujetos formaban el comando que desde distintos puntos estratégicos realizaban disparos en contra de la vivienda dentro del rancho Saga, los cuales aparentemente tenían como objetivo a Sabino M. V., el propietario del lugar.
Información extraoficial indica que Sabino M. V. se encuentra relacionado con Lázaro C., quien aparentemente encabeza al grupo que realiza las operaciones para el aterrizaje de narcoavionetas en la zona de El Gallito, que abarca hasta las comunidades de Miguel Alemán y Río Verde, conocida como el “Triángulo de Narcoaterrizajes” del municipio de Bacalar.
Entonces se informó que Sabino M. V., propietario del rancho, señaló a las autoridades que momentos antes se encontraba en compañía de su hermano Alejandro, su esposa, su cuñada, una prima y dos de sus trabajadores, cuando escuchó detonaciones que se dirigían hacia ellos, y de inmediato le gritó a todos los que se encontraban con él que se resguarden debajo de un fogón, mientras él y su gente repelían la agresión, alcanzando a ver a varios sujetos que corrían hacia su caballeriza.
En ese momento Sabino M. V. llamó al número de emergencias 911, pero en un momento en el que la refriega se calmó, subió a las mujeres a una camioneta Grand Cherokee color blanco, la cual cuenta con blindaje, mientras su hermano y otros acompañantes usaban otros vehículos, con la intensión de que se retiraran del rancho; pero al salir de la propiedad vio que las autoridades policiales y ministeriales se aproximaban, por lo que detuvo la marcha y les informó de lo sucedido.
A partir de entonces las autoridades policiales, especialmente la Fiscalía General del Estado (FGE), han guardado gran hermetismo sobre lo sucedido en el rancho Saga y las investigaciones acerca del enfrentamiento.
En tanto, el Ejército Mexicano reforzó su presencia en torno al lugar y a lo largo de la carretera Bacalar-Miguel Alemán, que es el acceso al “Triángulo de Narcoaterrizajes” del municipio de Bacalar, que forman las localidades de Miguel Alemán, Río Verde y El Gallito, en los límites con el estado de Campeche, donde se han encontrado avionetas que aterrizan de manera ilegal, algunas abandonadas, otras siniestradas que se dedican al trasiego de cocaína procedente de Sudamérica, y que tiene como destino los Estados Unidos.
Fue debido a este reforzamiento de las presencia militar en la zona, especialmente en el tramo Bacalar-Reforma y los alrededores de los ranchos Saga y Ubre Blanca, que los narcotraficantes atacaron a los soldados, los cuales ahora han asegurado y sitiado la primera finca en espera de que la FGR ingrese para catearla.
Por otra parte, los hechos recientes de enfrentamientos entre narcotraficantes y soldados, tienen preocupados a los habitantes de Bacalar, porque les han robado la paz y tranquilidad.
Esto porque en los últimos meses se han registrado varias ejecuciones en diferentes comunidades del municipio y en la propia cabecera municipal, consideran que la zona está “caliente” y prefieren no hablar del tema por ser una situación de alto riesgo.