Quintana Roo

Acorrala a comerciantes de Ticul

De la Redacción

CHETUMAL, 20 de octubre.- El director de Fiscalización del Ayuntamiento de Othón P. Blanco, Emmanuel Magaña Cirerol, acorraló a más de 25 comerciantes y artesanos provenientes de Ticul, Yucatán, que ofrecieron sus productos durante todo el fin de semana en el salón Bellavista, y los privó de su libertad en tanto no le pagaron el dinero que les exigió.

El polémico funcionario de la comuna gobernada por Morena, fiel a su política de terrorismo fiscal, ahora se fue en contra de comerciantes de zapatos y artesanos de Ticul, a quienes les exigió la cantidad de 35 mil pesos por vender en el salón Bellavista durante 3 días en una exposición de calzado.

Con la venia del alcalde morenista Otoniel Segovia Martínez, Emanuel Magaña no sólo exigió el pago de 35 mil pesos, sino que ademós amenazó y retuvo a los comerciantes de manera ilegal dentro del salón Bellavista con ayuda de elementos de la Policía Municipal, hasta que no se cubriera el monto que exigía.

Los comerciantes señalaron que Magaña Cirerol les ordenó que no podían retirarse del salón Bellavista hasta no cubrir la cuantiosa cantidad, que supuestamente corresponde al permiso para poder comercializar al interior de la sala de fiestas ubicada en el Boulevard Bahía.

Inclusive el director de fiscalización de OPB amenazó a los comerciantes con confiscarles toda su mercancía si no cubrían el monto exigido; sin embargo, los comerciantes ya habían logrado sacar sus productos anticipadamente, por lo que al funcionario no le quedó más que llamar a los policías municipales para amedrentar a los comerciantes.

Lo cierto es que Magaña Cicerol llegó prácticamente al salón Bellavista a extorsionar a los comerciantes y artesanos exigiendo derecho de piso, pues si no cubrían la cantidad a que pedía no los dejaría retirarse del lugar.

Además en ningún momento justificó el método del cálculo que realizó para imponer la cantidad de 35 mil pesos como pago por las ventas de 3 días en la exposición de zapatos y artesanías de Ticul.

Los afectados señalaron que el pago tanto del permiso como de la renta del local lo realizaron ante una mujer identificada como Rosalba Ontiveros, a quien le pagaron más de 55 mil pesos, pero supuestamente nunca pagó los permisos ante el Ayuntamiento.

En ese sentido los comerciantes señalaron que habían sido timados por la señora Rosalba Ontiveros, pues tras ser acorralados por el director de fiscalización, la mujer no pudo ser ubicada y no contestaba las llamadas.

La situación fue aprovechada por Emmanuel Magaña Cirerol, pues advirtió que la única manera de que salieran del Bellavista era que pagaran una parte en ese momento y el resto en los próximos días, siempre y cuando firmaran pagarés.

Además amenazó con no volver a otorgar ningún permiso a comerciantes de Ticul si no se cubría en su totalidad los 35 mil pesos.

En consecuencia, a los comerciantes no les quedó más remedio que pagar 9 mil pesos en ese momento y firmar un pagaré, para que finalmente pudieran regresar a sus lugares de origen tras ser prácticamente secuestrados por las políticas recaudatorias de la actual administración municipal que encabeza el morenista Otoniel Segovia Martínez.