Por Miguel Ángel Fernández
CHETUMAL, 1 de noviembre.- Se cumple un mes de que el secretario de la Contraloría, Rafael del Pozo Dergal, evade los cuestionamientos respecto a los problemas administrativos que envolvieron la obra de las fuentes danzarinas del Museo del Mestizaje, a pesar de que desde hace varios meses la titular de la Secretaría de Turismo del estado, Marisol Vanegas Pérez, reconoció que existieron problemas administrativos con la obra.
Durante la conferencia de prensa para informar “a detalle” sobre el último Informe de Gobierno, realizada hace prácticamente un mes, se le preguntó al titular de la Secoes si existía un procedimiento relacionado con dicha obra ante el prolongado retraso que presentó, además de que no parecen estar justificados más de 21 millones de pesos en la dimensión y potencia de las fuentes instaladas.
Sobre este cuestionamiento por las obras de las fuentes danzarinas, en plena transmisión en vivo, Rafael del Pozo dijo desconocer y que tras una revisión el mismo día informaría sobre este asunto.
Sin embargo, mostrando su falta de compromiso mantiene su postura de no informar a la ciudadanía al respecto, cuando se cumple prácticamente un mes.
La situación no extraña, ya que ese mismo día el titular de la Secoes se vio confundido e impreciso sobre la cantidad de recursos que se ejercen en la dependencia por la contratación de servicios profesionales.
Cabe recordar que aun cuando se erogaron más de 20 millones de pesos, las fuentes danzarinas lucen pequeñas y nada espectaculares.
Es necesario mencionar que diversas anomalías permearon esta obra, pues en un principio el compromiso de la Secretaría de Turismo de Quintana Roo (Sedetur) era que a más tardar este 15 de diciembre de 2018 serían instaladas; sin embargo, fue nueve meses más tarde que se presentaron en el marco del Tercer Informe de Gobierno y en las semanas siguientes se mostraron inoperantes.
Para malestar de los capitalinos, las fuentes danzarinas de la Megaescultura resultaron decepcionantes.
Consideran que la inversión de más de 20 millones de pesos no parece estar justificada en la dimensión de las fuentes y también que parecen más un “chorro de agua” que un espectáculo.
Desde el Boulevard Bahía no se aprecian como un atractivo mayor las fuentes danzarinas, ya que al estar colocadas de manera paralela al puente que conduce a la Megaescultura, no se observa mayor movimiento, además de que su tamaño tampoco ayuda, pues los capitalinos consideran que tienen una dimensión menor que no justifica una inversión tan grande.