Quintana Roo

Por Yolanda Gutiérrez

Buena presencia de bañistas en las principales playas de nuestro destino pese a la presencia de algunos ocasionales nublados, aunque como ya es habitual, los arenales “de” los hoteles tuvieron mejor aforo que los balnearios públicos.

Tras llevar a cabo un recorrido por algunas playas de la Zona Hotelera, se pudo constatar que en general la presencia de bañistas locales fue mayor que en días pasados, como suele suceder los domingos, aunado a que recién cobraron la quincena, motivo por el cual familias enteras y grupos de amigos optaron por disfrutar de unas agradables horas frente al mar.

En las principales playas de la localidad la actividad comenzó pasado el mediodía, cuando comenzaron a llegar las familias de cancunenses con la intención de pasar un rato de esparcimiento a la orilla del mar.

De hecho, durante las primeras horas de la mañana el clima estaba fresco, aunque conforme avanzaba el día se comenzó a sentir más calor, cuando el sol comenzó a brillar con todo su esplendor.

Motivo por el cual los turistas, entre los que destacaba la presencia de extranjeros aunque ya empieza a notarse un mayor flujo de nacionales, disfrutaron de las playas, de la arena y de la tonificante brisa marina.

Los prestadores de servicios náuticos reportaron un incremento en la demanda de motos acuáticas, jungle tours y paseos en paracaídas, aunque confían que será a partir del 20 de diciembre cuando estas opciones de diversión se encuentren en pleno apogeo.

Algunas familias locales optaron por pasar la mañana a orillas del canal Sigfrido y ocuparon los kioscos y bancas que se ubican a lo largo del andador de Jardín del Arte, espacio de gran aceptación entre quienes desean salir de la rutina diaria sin el ajetreo que implican la estancia en un balneario público.

Por lo general, quienes recurren a Jardín del Arte son familias con niños pequeños, parejas de enamorados y algún que otro cancunense que gusta de pescar en el canal utilizando una línea y un anzuelo, pese a que esta actividad no está permitida.

Muchos bañistas disfrutaban del sol y del mar con lo indispensable, esto es una o dos bolsas en las que guardaban sus pertenencias, en tanto otros cargaban hasta con mesas plegables e inclusive casas de campaña.