Por Luis Enrique Cauich
KANTUNILKIN, LAZARO CARDENAS, 1 de diciembre.- Las fiestas patronales de Lázaro Cárdenas han comenzado la siembra del ceibo, el baxal toro, la noche de alborada, fueron las principales actividades de este sábado, en tanto que este domingo se registró la primera corrida de toros y las primeras matanzas de cochinos, para degustar la chicharra, la higadilla, el relleno negro y la cochinita pibil, además de las misas, los rosarios y los bailes populares, mientras que este lunes comienzan los gremios.
La feria en honor a la Virgen de la Inmaculada Concepción se trata de una tradición que lleva décadas realizándose y pasa de generación en generación y aún se conserva pese a los embates de la transculturación. Sin embargo, todo indica que la cultura local aún es fuerte y se mantiene en la preferencia de gran parte de los habitantes.
Esta feria comenzó con la bajada de la virgen, pero fue oficialmente inaugurada por los diputados de la feria y el presidente municipal, con el corte del listón inaugural de la noche de alborada que por cuarta ocasión en varios años, se realiza en el domo deportivo de la colonia Centro.
Anteriormente la vaquería se realizaba en la cancha ejidal a un costado de la iglesia de la Inmaculada Concepción, pero su sede cambió desde hace unos años al domo deportivo, donde existe mayor espacio, dado a la cantidad de jaraneros y habitantes que acuden a esta noche de alborada.
Arturo González y Noh Beh fueron las orquestas que este sábado por la noche amenizaron la inauguración de las fiestas patronales e hicieron pulir los huaraches y zapatos a los jaraneros locales y visitantes, que acudieron al domo deportivo y bailaron hasta al amanecer.
Ayer, en el segundo día de la feria, las actividades se centraron en la matanza de cerdos para la chicharra y la comida comúnmente conocida como higadilla, que al terminar de prepararse es llevada en jícaras hacia la iglesia de la Inmaculada Concepción para entregarlas en ofrenda.
Los socios o cuches, como se les conoce, van acompañados de música de jarana y voladores por las calles de la ciudad y al llegar depositan la ofrenda para luego retornar al domicilio, donde más tarde se preparará el relleno negro o la cochinita pibil para el día siguiente cuando se realiza ya sea el gremio o la corrida de toros.
Ya en la iglesia, la comida es ofrecida a la patrona del pueblo a través de rezos mayas que realizan los rezanderos Pablo Dzib, entre otros, lo cual se hace para pedir que el gremio, la corrida, y hasta quienes participan en los eventos preserven su salud.
Luego de que se termine el receso, la comida se reparte entre los dignatarios del Consejo Supremo Maya y los habitantes que acuden al recinto religioso a escuchar el ofrecimiento de esta ofrenda que después degustan en la misma iglesia.
Para hoy se espera el desarrollo del primer gremio, que recorrerá con estandartes y ramilletes las calles de Kantunilkín y donde los participantes bailarán la cabeza de cochino frente a la iglesia de la Inmaculada Concepción.