Por Gabriel E. Manzanilla
CHETUMAL, 6 de febrero.- Tras rendir su informe de actividades ante la XV Legislatura del Congreso del Estado, el titular de la Auditoría Superior de Quintana Roo (Aseqroo), Manuel Palacios Herrera, hizo ver que sigue el “teatro” montado por autoridades estatales en contra de la pasada administración, tras dar a conocer que se ampliaron a 38 el número de denuncias penales contra 97 exfuncionarios, por un monto fiscalizado de alrededor de 13 mil 600 millones de pesos.
Sin embargo, apenas la semana pasada quedó en evidencia el tortuguismo e inacción de la Fiscalía Especializada en Combate a la Corrupción, que ahora va a tener una mayor carga de trabajo, al no poder sacar adelante las denuncias en contra de exfuncionarios borgistas, de las cuales llevaba 341 carpetas de investigación que se iniciaron entre finales de 2017 y 2018, pero tan sólo tres han alcanzado sentencias condenatorias con beneficio al patrimonio del estado.
Manuel Palacios Herrera, auditor superior del estado, compareció este día ante un reducido número de diputadas y diputados de la XV Legislatura, en su mayoría panistas, quienes prefirieron llenarlo de elogios en lugar de ser críticos en la exigencia de resultados.
A la reunión asistieron las diputadas Gabriela Angulo Sauri y María Yamina Rosado Ibarra, así como los diputados Fernando Zelaya Espinoza, Ramón Javier Padilla Balam, Emiliano Ramos Hernández, Juan Ortiz Vallejo y Luis Ernesto Mis Balam, quienes escucharon los avances de la Aseqroo de los resultados de las cuentas públicas 2015, 2016 y de la auditoría complementaria del 2015.
El auditor superior recordó que durante la revisión inicial de las cuentas públicas de años anteriores, se presentaron una serie de denuncias de carácter penal por posible daño a la hacienda pública estatal o municipal, detectando entidades en las que se observaron irregularidades en lo correspondiente al ejercicio fiscal 2015, 2016 o ambos.
Ante los legisladores, Palacios Herrera informó que la Auditoría Superior presentó un total de 15 denuncias por un monto de 8 mil 955 millones 615 mil 432 pesos, correspondientes al ejercicio fiscal 2015, donde se involucran a 64 servidores públicos de la pasada administración estatal y de las municipales.
Para el periodo 2015-2016, se interpusieron 14 denuncias por un monto de un mil 925 millones 874 mil 530 pesos, en las que se involucran a 18 servidores públicos. Mientras que del periodo 2016, se presentaron 9 denuncias que involucran a 15 exfuncionarios, por la cantidad de 2 mil 781 millones 561 mil 75 pesos.
En total son 97 servidores públicos de la pasada administración, que están involucrados en 38 denuncias, por un monto de 13 mil 663 millones 51 mil 38 pesos con 32 centavos, correspondientes a lo fiscalizado en 2015 y 2016.
Además de las denuncias penales interpuestas, el auditor superior dijo que se han promovido 36 Procedimientos de Responsabilidades Administrativas Sancionatorias (PRAS), ante los órganos internos de control de las dependencias donde se registraron estas irregularidades.
Manuel Palacios Herrera presentó también el seguimiento del proceso de solventación del ejercicio fiscal 2016, que de acuerdo con el corte al 31 de enero de 2019, se han registrado observaciones por 790 millones 940 mil 887 pesos, de los cuales se han logrado solventar 165 millones 934 mil 874 pesos, quedando un pendiente por 624 millones 407 mil 418 pesos.
Los datos ofrecidos por el titular de la Aseqroo corresponden al informe entregado en noviembre de 2018 a la Comisión de Hacienda, Presupuesto y Cuenta del Congreso del Estado, relativo al avance de la fiscalización de la cuenta pública de la actual administración, cuyo informe final deberá presentarse el próximo 20 de febrero de 2019.
Sin embargo, no hay que olvidar que en su momento Manuel Palacios Herrera aceptó haber tenido conocimiento de muchas de estas irregularidades que se dieron en la pasada administración, pero admitió haberlas solapado porque en ese entonces no era auditor superior, sino que era un empleado de la Aseqroo que prefirió guardar silencio para no perder su trabajo y porque según era un asunto que no le correspondía.