Por Olivia Vázquez
Airbnb en Quintana Roo cerró el 2018 generando una derrama económica de más de dos mil 100 millones de pesos, e ingresó al estado más de 60 millones de pesos en pago del impuesto al hospedaje a nombre de la comunidad de anfitriones que operan en sus destinos.
Así refiere el reporte que otorgó la plataforma de hospedaje más fuerte del país, donde se indica que el ingreso promedio que generó cada anfitrión típico en Quintana Roo fue de 68 mil 300 pesos en el año, o un promedio de tres mil 600 dólares.
En materia de impuesto al hospedaje, la plataforma generó y remitió más de 60 millones de pesos por este concepto que opera en los destinos y que recibió a más de 951 mil 400 viajeros en el estado, donde se tiene un promedio, de acuerdo al informe anterior, de más de 13 mil anfitriones, de los cuales 4 mil 500 operan en Cancún.
De acuerdo a la expansión y posicionamiento que ha tenido este tipo de hospedaje en el destino, la plataforma informó que precisamente el año anterior expandió su oferta de experiencias en el destino, incluyendo actividades mágicas y artesanales que se diseñan por expertos locales y que también reactivan otro tipo de economía. En este servicio ya se cuenta con más de 200 experiencias locales que pueden disfrutar los visitantes durante su estancia en los destinos.
Entre los servicios que más se demanda, se incluyen actividades relacionadas con bienestar, como yoga, meditación y temascales.
Airbnb refiere que es una comunidad de anfitriones locales que comparten sus espacios con viajeros de México y el mundo. Mediante los hogares compartidos anfitriones en todo México llevan ingreso extra a sus hogares y comunidades.
La comunidad de anfitriones y viajeros de Airbnb cuenta con más de 250 millones de reseñas en el mundo, reflejo del irremplazable ambiente seguro y de confianza que han creado.
Para el final del último trimestre del 2019, Airbnb estima que alcanzará más de 500 millones de llegadas de huéspedes en el mundo, desde su fundación en 2008, y seguirá ofreciendo una gran variedad de alojamientos únicos.
En esta reseña, el informe refiere que tan sólo en año nuevo 2019, 2 mil 574 viajeros se hospedaron en castillos, mil 31 en casas del árbol y 121 en molinos de viento.
En menos de un año, la plataforma concretó 11 acuerdos de colaboración con gobiernos estatales mexicanos y en medio del crecimiento del sector hotelero, Airbnb se ha posicionado como una alternativa de turismo: su comunidad atiende a un segmento interesado en opciones nuevas y accesibles, en el corazón de las comunidades que visitan, o en espacios que puedan compartir toda una familia.