Por Olivia Vázquez
Restauranteros de Cancún sienten el golpe de la inseguridad con un flujo mínimo de consumidores después de las 12 de la noche en zonas que tenían una activación totalmente nocturna, tanto por consumo local como de visitantes.
Lo anterior tiene en condiciones críticas a muchos de los polígonos de Cancún como la avenida Yaxchilán, la avenida Tulum y otras que conforme avanzan los años van registrando más cierres.
A estas condiciones se suman ahora disposiciones y medidas como la Ley de Alcoholes que golpea al sector de bares y restaurantes que tienen precisamente en la operación nocturna su mayor operación, pues se refiere que algunos bares y locales abren a las doce de la noche cuando la venta de alcohol se está dando hasta las tres de la mañana, lo que llevará al cierre a este tipo de negocios porque no se tendrá margen de operación, siendo que se trata de un destino turístico.
En este sentido, algunos restauranteros de la localidad informaron que están emitiendo la queja formal ante el Gobierno y se están analizando las medidas jurídicas para evitar este golpe mayor a la economía de los negocios que han pasado por todo para seguir operando.
Y es que señalaron que de por sí se lidia todos los días con el efecto de la inseguridad y de las bajas ventas y ahora se tiene una disposición que lleva directo al cierre definitivo de estos negocios que podría provocar la pérdida de muchos empleos y de opciones de distracción que ofrecen los negocios establecidos que ya están en una lucha constante por subsistir y que ahora se le ponen más trabas.
En este sentido, algunos propietarios de este tipo de negocios advierte que por hoy, después de las doce de la noche, es difícil captar clientela y esto responde en mucho a los factores de inseguridad que se han venido dando en el destino y que sin duda son de alta preocupación para el consumidor que prefiere mantenerse dentro del hogar para no exponerse. Que decir del turista que prefiere no visitar la ciudad o que simplemente desconoce que hay una comunidad que vive y habita el destino, pues nunca sale de su hotel y cree que la Zona Hotelera lo es todo, al igual que algunas autoridades que no ponen atención en el centro de Cancún.
Es urgente, señalaron, que la autoridad tome un control y genere esos corredores seguros y que el Congreso del Estado realmente analice lo que está aprobando porque esto va en detrimento de las propias ciudades turísticas.