Quintana Roo

Las quejas del transporte público, continúan

De la Redacción

 

PLAYA DEL CARMEN, SOLIDARIDAD, 14 de marzo.- Desde las protestas ocurridas el año pasado por parte de los chóferes de Tucsa del sindicato de taxistas “Lázaro Cárdenas del Río”, las autoridades del gobierno municipal, encabezadas por Laura Beristain, no han vuelto a tocar el tema de la regularización del transporte público, a pesar de que las quejas ciudadanas por el mal servicio, continúan.

Hasta el momento, la empresa monopólica Transportes Unidos del Carmen, Tucsa S. A. de C. V., no cuenta con una concesión legal para prestar el servicio en Playa del Carmen, y aunque desde el inicio de su gobierno, Beristain Navarrete, aseguró que se sometería a consulta pública si entra o no, hasta el momento no ha pasado nada.

El transporte público de Playa del Carmen no pasa ninguna certificación y turistas, así como trabajadores de hotelería y cualquier usuario, saben que es un transporte caro, malo e ineficaz, pues no hay respeto por personas discapacitadas o escolares, cosa que la autoridad simula no ver.

Usuarios señalan que los vehículos están en pésimas condiciones. Siendo un destino turístico, no hay recorridos nocturnos de autobuses de Tucsa y de forma arbitraria que se impide el libre servicio de los camiones de personal de los hoteles, obligando a trabajadores a utilizar un servicio de taxi muy caro.

En completa anarquía trabajan operadores de autobuses de la empresa concesionaria Tucsa y combis de transporte colectivo del sindicato local, pues le niegan el servicio a personas con discapacidad y a estudiantes, dejándolos esperando horas bajo el sol, sin darles parada para no perder tiempo o cobrarles el pasaje con descuento, denuncian ciudadanos afectados.

Un quejoso, de 62 años, originario de Yucatán, quien padece de la vista, para lo cual tiene que andar con bastón, lamentó que los camiones no le hacen la parada cuando sale de su casa en Villas del Sol, tercera etapa, y pasa hasta hora y media esperando el servicio, de lo cual, ya está acostumbrado, y no encuentra solución porque ha realizado la denuncia a las autoridades, pero hasta el momento, no ha habido cambios en la conducta de los operadores.

El colmo, admitió, fue cuando en una ocasión pidió apoyo a una mujer para que le ayudara a tomar el autobús, y cuando ya había abordado, el chófer le gritó que si no iban juntos que no se subieran, porque no iba a ayudar al hombre a bajar de la unidad por las condiciones en las que lo vio. Asimismo, ve inútil seguir quejándose ante las autoridades.

Por otra parte, estudiantes del Cecyte, que viven en La Guadalupana se quejaron ante este medio de que los chóferes de autobuses les rechazan sus credenciales de estudiante, aún cuando portan el uniforme escolar, usando pretextos incoherentes, como que la credencial está maltratada o no es su turno.

Y esto pasa cuando los dejan abordar, porque cuando se encuentran en grupo portando uniformes y mochilas en la parada, los autobuses ni siquiera se dignan a voltear a verlos y siguen de largo su camino. “Los chóferes no quieren llevarnos, porque somos estudiantes, y dicen que no pagamos completo y por eso no pierden el tiempo con nosotros, es una vergüenza”.

Otro estudiante del Cecyte denunció que lo mismo pasa con las combis de las rutas de la colonia Luis D. Colosio, donde los chóferes se pasan de largo en las escuelas y retacan las combis con pasajeros que pagan pasaje completo, sin que las autoridades hagan algo al respecto.