Quintana Roo

Enraizado el problema de los ambulantes

Por Eva Murillo

 

No hay playa sin venta ambulante en Cancún, es un fenómeno añejo, enraizado en este destino turístico a pesar de las promesas de las autoridades municipales que administración tras administración inician programas de ‘limpieza’ de este tipo de comercio pero que no han logrado hacer.

La actividad es más notoria en las llamadas playas públicas, cuando son días de asueto o fin de semana largo la zona es prácticamente tapizada por los bañistas que buscan el mejor lugar para extender su toalla o ubicar la silla o el camastro que traen desde su casa, los comerciantes caminando, entre piernas, agudizando el oído para poder escuchar el llamado de un cliente.

Cada vez que llega un nuevo gobierno municipal o cuando se acerca una temporada alta ya saben que habrá operativos para retirarlos y “limpiar las playas” de ambulantes, pero conforme pasan los meses las cosas vuelven a la normalidad para quienes se ganan la vida vendiendo congelados o bolis, kibis, empanadas, dulces, frituras y artesanías.

Para algunos habitantes de Cancún los ambulantes dan mala imagen del destino, otros opinan que es una manera de que los extranjeros conozcan más de la gastronomía de la zona e incluso vean como es la vida del mexicano que no tiene un empleo formal, sin embargo, no deja de ser una actividad ilegal, pues la venta no establecida en la zona de playas no está permitida por las autoridades.

Al inicio de la actual administración municipal el área de Comercio en la Vía Pública junto con la dirección encargada de la Zona Federal Marítimo Terrestre (Zofemat) informaron la presencia de aproximadamente 600 vendedores ambulantes a los cuales invitarían a regularizarse o a retirarse de la zona.

Durante varios días realizaron recorridos a fin de hacer un censo real de la actividad en la zona de playas y fue cuando los vendedores dejaron de ir o se escondían para no ser detectados, pero al paso de los meses la venta continúa.

La autoridad facultada para dar permiso de venta ambulante en la zona de playas es la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat), tanto a personas nacionales como extranjeras, si son empresas o particulares, a los cuales además de documentos personales les requiere un croquis de ubicación y fotografías del lugar que van a ocupar, descripción de los productos que van a vender, entre otras cosas.

Los permisos que otorga son transitorios con vigencia no mayor a tres meses y serán concedidos en caso de tratarse de servicios que vayan a satisfacer las necesidades requeridas en temporadas altas y el costo es de mil 307 pesos, según detalla la página oficial de la dependencia federal.

En Cancún los vendedores que ofrecen artículos hechos en sus domicilios como fruta picada, kibis, congelados, empanadas o frituras saben que deben contar con un permiso, pero no lo tramitan por el costo y “lo tardado” que les resulta el trámite, aunque la mayoría piensa que es el ayuntamiento quien se los proporciona.