Quintana Roo

Por Gabriel Aguilar

 

COZUMEL, 23 de marzo.- Corales con vida de 300 a 400 años mueren en menos de 40 días por el “síndrome blanco”. En medio año han perecido más corales que en las últimas cuatro décadas, admitió Cristopher González Baca, director regional de la Península de Yucatán y Caribe Mexicano de la Comisión Nacional de Areas Naturales Protegidas (Conanp).

Su primer comentario fue puntual “hemos perdido más cobertura de corales en los últimos seis meses que en los últimos 40 años. No se puede medir en hectáreas. Lo que se mide en el arrecife es tomar un metro cuadrado y lo que hemos encontrado es ese dato. Tenemos una gráfica y es así tal cual”.

Aclaró que no se trata del “blanqueamiento de coral”, cuyos efectos aparecen ante el aumento de la temperatura del agua, provocando la pérdida de algas, pero al recuperarse la temperatura, también lo hacen los cuerpos coralinos, que pueden vivir sin problema ante ese efecto; sin embargo, la diferencia con el “síndrome blanco” es que mueren.

No han detectado un factor primario que esté produciendo este síndrome, desde su perspectiva “puede ser un virus, puede ser una bacteria, lo que nos queda bien claro es que a eso va dirigido el plan de acción a reducir estrés, es como cuando alguien está bajo de defensas por factor climático, emocional o cansancio”.

Se le inquirió nuevamente por la causa, respondiendo: “estrés, lo que tenemos que reducir es el estrés, por eso trabajamos con todos, calidad del agua, carga en el arrecife, bloqueadores”, aunque luego aceptó que el estrés no es el factor que lo origina.

De hecho contó que el ecosistema marino de Cozumel, en su zona virgen, es decir la costa oriental, donde no existen hoteles, ni se tiene una actividad de buceo, se presentaron más muertes de coral, que en la parte donde existe actividad de visita al arrecife diario, y considera que en esa parte del litoral podrían estar interactuando dos factores, la calidad del agua y acumulación de sargazo, ya que el sargazo está ligado a la calidad del agua y que al llegar el vegetal marino a costas mexicanas duplica su biomasa.

Por la información que tiene, este “síndrome blanco” solamente se estaría presentando en las costas mexicanas de Quintana Roo que comparten los mil kilómetros de la Barrera Mesoamericana arrecifal con Belice, Guatemala, y Honduras, y del que la entidad mexicana tiene en propiedad alrededor de 300 kilómetros.

En ese sentido, mencionó de la existencia de un proyecto internacional denominado Mesoamerican Ridge to Reef (MAR2R), que incluye a los cuatro países, y de esta organización saldrá el pago a un consultor que estará dando seguimiento al plan de acción, “ahorita solamente es del país con este apoyo del MAR2R, y la siguiente es la gestión con los demás países, aparentemente no se ha presentado allá”.

Esa preocupación ha motivado a los sectores dependientes del turismo ha realizar talleres buscando el origen y un plan de manejo para atender la problemática, escuchando las propuestas de todos los participantes, aunque por ahora solamente se tiene un “borrador” que seguirá nutriéndose con propuestas.