Quintana Roo

Por Salvador Canto

Más que la parte económica, para la atención del problema de sargazo lo que se requiere es un proyecto integral completamente estructurado que atienda de una mejor manera la situación en altamar como lo proponen investigadores del Instituto de Ciencias del Mar y Limnología de la UNAM, adscritos a la Unidad Académica de Sistemas Arrecifales (UASA) de Puerto Morelos y que las algas que puedan llegar a las costas del Caribe mexicano, sean lo menos posible.

Ayer, se dio a conocer que el Gobierno del Estado estima un gasto de 800 millones de pesos para el control y recolección del sargazo para este año, de los que 400 millones serían para el proyecto de recoja en la costa y una cantidad similar si se pretende poner vallas, monitoreo y recogerlo en el mar.

Pero todos estos proyectos se plantean sin una estructura real y tal pareciera que no quieren escuchar las voces de investigadores que insisten que la mejor forma es atender el problema en altamar con grandes equipos, sin utilizar barreras porque éstas no sirven.

Además, lo interesante es que existen grupos interesados en atender la situación como el Escudo del Caribe en Alianza con el Mar, el cual está integrado por investigadores de la UNAM, biólogos marinos, oceanógrafos, ingenieros navales, e incluso iniciativa privada que se ha interesado en atender el problema.

Es que el ecosistema marino costero de Quintana Roo, ha venido soportando los embates del cambio climático global y regional, así como otros diversos impactos de carácter antropogénico. En los últimos años, otro gran enemigo ha mantenido en jaque, tanto a la calidad del ambiente costero, como a la economía e incluso, a la salud pública de la región: el sargazo.

Estas amenazas han obligado al gobierno de México a buscar alternativas para proteger de forma efectiva, integral y a largo plazo sus activos turísticos en la región del Caribe mexicano, que representan en su conjunto una industria que genera 14 mil millones de dólares al año, e ingresan el 40 por ciento por turismo al PIB nacional.

Ante esta gran problemática, se han diseñado diversas propuestas que la abordan de manera parcial e incluso emergente, a la luz de la actual incertidumbre tanto jurídica como científica, para llegar a las soluciones y estrategias requeridas.

En este escenario, Escudo del Caribe en Alianza con el Mar en colaboración con diversas instituciones de la Universidad Nacional Autónoma de México, la Universidad Autónoma Metropolitana, la Universidad del Caribe y el Centro Regional de Investigaciones Acuícolas y Pesqueras, INAPESCA; asociaciones civiles como la Comisión para el Manejo Integrado de la Zona Costera A. C., Moce Yax Cuxtal A. C., Gremio de Marinos Mercantes A. C., Sistemas de Investigación Oceanográfica A. C. y Semilla del Sur S. C.; así como con empresas como Manufacturas Industriales DP S. A. de C. V., Maquinaria Tlahuapan S. P. R. de S. L., Ingeniería Geomática, Ambiental y Marina S. A. y Tecnosilicatos de México S. A. de C. V.; han formado una alianza estratégica con Oceanus International, Oceanus Search and Recovery del Sureste S. A. de C. V. y su filial en Holanda Okeanos Holdings BV, en colaboración con Departamento de Geología Costera de la Universidad del Sur de la Florida, Oceanus International Marine Contractors Inc., Departamento de Ingeniería Hidráulica de la Universidad de Delft, Holanda, Van Oord y el Instituto DELTARES, han formalizado una alianza para que en conjunto, se establezca este proyecto integral.

El trabajo que buscan hacer es con base en Centros de Monitoreo locales y contempla tanto la colecta marina de la macroalga de 1-15 kilómetros del litoral (sin permitir que el mayor volumen llegue a nuestras costas), con dos tipos de embarcaciones: unas de gran capacidad que operarán a 5-15 kilómetros de la costa y otras embarcaciones más livianas y con mayor maniobrabilidad que procesan entre el 50-70 por ciento del sargazo entre 1-5 kilómetros del litoral y no dependen de la existencia de muelles.

Todas las embarcaciones serán coordinadas por sistemas de logística en tiempo real. En la base de las operaciones se encuentra la modelación hidrodinámica operacional del sargazo en tiempo real, como herramienta clave de anticipación y planificación logística del trabajo.

Para los casos excepcionales en que el sargazo llegue a arribar a las costas, un equipo de procesamiento terrestre, apoyado igualmente por sistemas de coordinación logística en tiempo real, así como por el monitoreo permanente aéreo y satelital, en conjunto también con la modelación anticipada de la dinámica del sargazo, extraerá, triturará y compactará el sargazo sin remover arena de las playas, empleando tecnologías y vehículos livianos altamente eficientes.

Los trabajos en la operación marina próxima al litoral y en la costa, serán desarrollados por pescadores, prestadores de servicios náuticos y recursos humanos locales en su totalidad, garantizando no solo una importante derrama económica hacia la localidad (generación de más de 300 empleos), sino contar con el conocimiento empírico más completo sobre la zona de trabajo.

Todo el sargazo extraído, triturado y compactado, tanto en el mar como en las playas será adecuadamente transportado y dispuesto en Centros de Acopio especializados, por lo que no será hundido en condiciones marinas.

Todas las operaciones en el proyecto Escudo del Caribe en Alianza con el Mar serán monitoreadas sistemáticamente por personal científico especializado, que evalúa la composición química del sargazo, su impacto en el ecosistema litoral y de las propias operaciones de contención y procesamiento de esta macroalga.

El monitoreo técnico sistemático permitirá que la toma de decisiones esté basada siempre en datos científicos de la mejor calidad, para lo cual, se cuenta con una alianza fundamental con diversas instituciones académicas de la UNAM, entre otros centros de investigación nacionales e internacionales.

El mismo Sistema de Coordinación Logística en tiempo real, asistido por una red de videovigilancia, permitirá una mayor eficiencia operativa y seguridad en actividades complejas y bajo determinado riesgo; garantizando también la transparencia de todos los procesos, hacia las autoridades, inversionistas y sociedad en general. Adicionalmente, permitirán socializar los resultados del proyecto a los actores claves en cada localidad, así como, una vinculación más eficiente con otros países que acusan las mismas invasiones del sargazo.