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Quintana Roo

De la Redacción

CHETUMAL, 29 de marzo.- Ante la desatención de la Profepa, un predio donde se cometieron delitos ambientales fue quemado intencionalmente a la orilla de la carretera federal Chetumal-Bacalar.

Desde hace meses han sido denunciados daños ecológicos en un predio ubicado en la orilla de la carretera Chetumal-Cancún, a la altura del kilómetro 19, que ahora fue objeto de un incendio provocado.

En todo momento ha prevalecido la impunidad en este caso, en el que se han cometido diversos hechos constitutivos de delito, y que parecen protegidos por las autoridades, al estar involucrados lideres ejidales.

Zacnicte Rangel Torres ha interpuso quejas ante la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa) y la Comisión Nacional Forestal (Conafor), por delitos ambientales que cometen en su predio personas que lo han despojado, en contubernio con la directiva ejidal de Juan Sarabia.

No obstante, ha prevalecido la negligencia de las autoridades ambientales y forestales, provocando que ahora se realice otro delito más, pues fue incendiado el predio.

Meses atrás se denunció que con maquinaria pesada fueron derribados árboles del extenso predio ubicado en el kilómetro 19.5 de la carretera federal Chetumal-Cancún.

El terreno se caracterizaba por ser uno de los sitios que conservaba árboles protegidos por las autoridades ambientales; sin embargo, con total impunidad permanece la devastación.

El afectado señaló directamente al comisario ejidal de Juan Sarabia, Ernesto Haro, de querer apoderarse de esa porción de tierra con la ilegalidad que ha caracterizado su gestión. Lo anterior porque tiene en su poder el documento de la adquisición del predio, que data de 1990, y en el cual firman dos familiares de Ernesto Haro.

Ahora, el comisario ejidal, con un documento apócrifo con firmas falsas, simula que la anterior directiva que encabezó su primo Martín Haro Zepeda atestiguó la sesión de derechos, cuando el nombre de quien supuestamente vende no es el propietario.

De ahí que los pobladores de Xul-Ha manifiestan que en su ambición de Ernesto Haro de apoderarse de predios, no le importa cometer delitos ambientales, despojos y arbitrariedades, a tal grado de asignarlos a sus familiares.

Por otra parte, la Profepa, que se ha ensañado muchas veces con los campesinos más humildes, parece ser cómplice de un daño ambiental importante que se realiza en el predio a la orilla de la carretera federal, en el tramo Chetumal-Bacalar.

Hasta el momento nada ha ocurrido, ante la denuncia pública de un campesino que pidió la intervención de la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente, por delitos ambientales que cometen en su predio personas que lo han despojado en contubernio con la directiva ejidal de Juan Sarabia.

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