Quintana Roo

De la Redacción

TULUM, 16 de abril.- Atados de manos y a merced del crimen organizado se encuentran el sector empresarial del centro, puesto que tanto pequeños como medianos empresarios son víctimas de extorsiones, intimidación, “derecho de piso” y venta descontrolada de drogas.

La creciente e imparable disputa entre los grupos delictivos ha ido acaparando y permeando diferentes sectores de este destino, siendo que la iniciativa privada es de los puntos preferidos por los delincuentes, que los empresarios no lo ventilen por temor a represalias no quiere decir que no sea una realidad.

Es para muchos empresarios un secreto a voces y una sensación de silencio perturbador, lo que hace que los empresarios se sientan desprotegidos y a expensas de la delincuencia organizada, por más que los tres niveles de gobierno se jacten de que se van erradicando los delitos de alto impacto.

La liviandad y desfachatez como operan el narcomenudeo en las calles céntricas y comerciales de Tulum, es algo que a los empresarios no pueden evitar y nada más esperan que las autoridades actúen verdaderamente sobre este negro y libre negocio.

Las modalidades delictivas de las llamadas de extorsión para pedir cuotas y “derecho de piso” a los empresarios persisten, mientras que los últimos años los comerciantes han estado sometidos a no poder impedir la comercialización de estupefacientes al interior de sus negocios, con el riesgo que ello representa para los clientes.

Además, negocios pequeños, medianos y grandes, que han tenido que cerrar sus puertas al público, al no poder sostener las extorsiones de las que son víctimas por parte de grupos delictivos; mediante el llamado “derecho de piso”, razón por la cual, muchos han cerrado sus puertas por el temor sembrado.

El sector empresarial ha vivido en carne propia en la forma despiadada en la que los miembros de las células del narcotráfico perpetran los ataques, sin importarles el lugar, como lo ocurrido en el corredor turístico de la calle Centauro la noche del pasado 4 de marzo.