Por Gabriel E. Manzanilla
CHETUMAL, 8 de abril.- El Colegio de Profesionales de Enfermería de Quintana Roo, afiliado a la Federación Mexicana de Colegios de Enfermería (Femce) y al Consejo Internacional de Enfermeras (CIE), se sumó al rechazo nacional de la iniciativa de reforma al artículo 83 de la Ley General de Salud, en materia de certificación de servicios de enfermería, por considerar que se trata de una propuesta a “modo”, que se hizo sin el consenso ni la investigación debida, pues pareciera que se trata de favorecer para que la certificación de enfermeras pase a manos y se convierta en un negocio de particulares.
Así lo dio a conocer el comité del Colegio de Profesionales de Enfermería, encabezado por la presidenta MTI Leydi Blanco Valadez, quien dijo que no se oponen a que la certificación de enfermeras sea obligatoria, siendo esto el punto central de la iniciativa, pero están en desacuerdo con que sólo sea para los profesionales de enfermería, cuando debería ser de carácter multidisciplinario y abarcar a todos los profesionales de la salud.
Además, señalaron la importancia de que las certificaciones sean realizadas por colegios especializados de enfermeras, que tengan el reconocimiento de idoneidad y no se autorice a organismos particulares con fines meramente lucrativos.
Las integrantes de esta asociación, que también forma parte de la Asociación de Profesionistas de Quintana Roo, explicaron que la iniciativa excluye a los más de 35 colegios de la República pertenecientes a la Femce, que ya hacen certificaciones a través de la Comisión Nacional de Certificación de Enfermería (Conace), organismo debidamente autorizado por la SEP (SEP/DGP/CP086/17) y con un reconocimiento de idoneidad. Por lo que se ha creado confusión e incertidumbre en aquellas personas que ya fueron certificadas y las que están próximas a certificarse, ocasionando un daño moral a su Federación y a todos sus agremiados.
“El Colegio de Profesionales de Enfermería somos una asociación legal y debidamente constituida, afiliada a la Femce, y tenemos razones fundamentales y fundamentadas para oponernos a esta reforma que se presenta. A nivel nacional hemos presentado pruebas y fijado nuestra postura en contra de este proyecto a modo, trabajado desde la Dirección de Profesiones hace más de 2 sexenios para privilegios y negocios de grupos centrales”, indicó la presidenta del Colegio, Leydi Blanco Valadez.
De continuar esta propuesta y no modificarse, existe el riesgo de que la certificación de enfermeras se convierta en un lucrativo negocio para beneficio de empresas particulares.
“Ante este panorama cualquier institución se puede proclamar como certificadora de profesionistas, planes de estudio y hospitales, y simular certificaciones”, advirtieron las entrevistadas.
A pesar de que la Ley General de Profesiones en su artículo 5 facultó desde hace mucho tiempo a los colegios para realizar este tipo de certificaciones, es algo que a la fecha no se quiere respetar y con esta iniciativa se estará pasando por alto a la citada ley, con miras de beneficiar a organismos particulares que no son Colegios de Enfermería, indicaron las entrevistadas.
Finalmente, Blanco Valadez mencionó que si la certificación es voluntaria, “¿por qué se quiere hacer obligatoria exclusivamente para la enfermería y no para los médicos y todas las áreas de la salud?, ¿en qué proporciona la certificación el desarrollo y superación sólo para enfermería y no también para el resto del equipo de la salud?
Finalmente, el comité del Colegio de Profesionales de Enfermería dijo que desde el 2015 han promovido la certificación voluntaria de profesionales de enfermería, teniendo a la fecha más de 800 enfermeras certificadas y en este 2019 van por la Quinta Generación de Enfermeras Certificadas.