Quintana Roo

Por Luis Enrique Cauich

KANTUNILKIN, LAZARO CARDENAS, 3 de mayo.- Como cualquier otro día, trabajando para poder conseguir unos pesos para el sustento familiar, así celebraron Día del Albañil algunos trabajadores de la cuchara grande de la cabecera municipal, quienes destacaron que hacen falta mayores oportunidades de empleo para el sector, ya que son desplazados por mano de obra de otros lugares.

No hubo festejo, los sindicatos los mantienen olvidados y los pocos que trabajan de forma particular suspendieron las actividades al mediodía, para tomarse la tarde de descanso y pasarla con su familia, comiendo lo que con el esfuerzo de su trabajo diario pudieron comprar.

El día de la Santa Cruz, en el que se celebra también a los maestros de la cuchara, pasó desapercibido para sindicatos como la CROC, CTC y la CTM, entre otros gremios que cuentan con sindicatos de albañiles.

De manera particular, los alarifes tampoco tuvieron que festejar, no hay recursos para poder ofrecer una comida a los chalanes, debido a que el trabajo está demasiado bajo, señala Mariano Pech Aban, que por años ha sido maestro de la construcción, y agrega que el sector está abandonado.

Lamentablemente, sostiene, “hemos sido desplazados por trabajadores del estado de Yucatán que ofrecen su trabajo a menor costo y eso es lo que contratan las empresas que hacen obras en el municipio. En tanto que los albañiles locales tienen que buscar donde poder emplearse, en ocasiones incluso abaratando su trabajo”.

Varios albañiles locales señalaron que no pueden abaratar su trabajo, cobran lo justo, pero ofrecen un trabajo de calidad que no dé paso a reclamos, ya que quienes cobran barato son principalmente albañiles de fuera, que luego de hacer un trabajo que no tiene garantía, se van y luego no hay a quién reclamarle.

Antes, recuerdan, los sindicatos no dejaban pasar desapercibida esta fecha. Se organizaba una comida y se rifaban incluso regalos a los trabajadores, hoy en día sólo es un recuerdo y el albañil tiene que pasarse el día trabajando, o de lo contrario su familia no come.

Está bajo el trabajo, señala, el poder económico de las familias del municipio también es escaso y no muchos pueden construir y quienes lo hacen se ven limitados a hacer por partes su construcción, pero añade que se hace un esfuerzo para no decaer.

Pidió a las autoridades no abandonar al sector de la construcción, y tomarlos en cuenta en las obras de vivienda, pisos, techos, embanquetados, construcción de domos; abogar para que sea mano de obra local que se contrate y no mano de obra foránea, que deja sin oportunidades a los maestros de la cuchara grande del municipio.