Quintana Roo

Por Gabriel Aguilar

COZUMEL, 3 de mayo.- La muerte y devastación por invadir el medio ambiente se reflejan en el lienzo de los muralistas “Alegría del Prado”, en una colorida fusión con afectaciones orquestadas por el hombre en su afán de edificar desarrollos sin respeto por la naturaleza.

El muralista urbano Octavio Alegría, originario del estado de Jalisco, y su esposa Esther del Prado, de nacionalidad española, son los autores del mural realizado en una de las paredes exteriores del Centro de Convenciones.

Los autores trataron de plasmar la biodiversidad de la isla, centrando como elemento principal a un coatí revestido con un pelaje diseñado con la vegetación propia y característica de la isla de Cozumel.

En el mural, se aprecia como el coatí va liberando un pez simbolizando el agua, en el que de acuerdo a Octavio Alegría, “se refleja la liberación de un ser humano para que puedan coexistir la naturaleza con el ser humano. “Como estamos aquí, un poco invadiendo la isla todos los que la habitamos, intenta reflejar eso, rodeado por los animales del mar”.

En la obra plasmaron un elemento ajeno a la naturaleza, una maquinaria pesada, junto a troncos de árboles totalmente talados, lo que el autor define como “la muerte que se acerca silenciosa en forma de máquina”.

Piensa que la gente se acostumbra “a buscar los medios para sobrevivir, el trabajo. Muchas veces se ve con buen ojo que vengan empresarios, inviertan y todo esto, pero inconscientemente se está desgastando mucho el ecosistema”.

Considera que “esta isla es muy valiosa en cuanto a sus animales endémicos, la riqueza, el patrimonio natural que tiene, y siento que peligra porque puede seguir creciendo la mancha urbana. Yo siento que tendríamos que tener más consideración con eso, mirar más por el ecosistema que por el dinero que pueda traer el turismo”.

Octavio Alegría y Esther del Prado son artistas que participan en el evento Sea Walls, organizado por la organización PangeaSeed, y firman sus obras como “Alegría del Prado”.