Quintana Roo

Por Luis Enrique Cauich

KANTUNILKIN, LAZARO CARDENAS, 3 de mayo.- En el marco de las festividades de la Santa Cruz, decenas de personas participaron ayer en la tradicional procesión que se realizó poco antes del mediodía por las principales calles de Kantunilkín, a pesar del clima lluvioso que se registró y al ambiente bochornoso que dejaron las lluvias ligeras.

La marcha inició frente a la iglesia de la Inmaculada Concepción, recorrió el primer cuadro de la ciudad para nuevamente llegar a la iglesia, donde los fieles católicos encendieron sus veladoras para darle gracias por las bendiciones recibidas en este año.

En cada esquina un representante del Consejo Supremo Maya realizaba oraciones en la lengua materna a la Santa Cruz, una tradición que se realiza cada año en Kantunilkín, cabecera del municipio Lázaro Cárdenas.

Este año las lluvias se hicieron presentes durante el recorrido y fueron ligeras, de modo que no causaron mayores afectaciones a la procesión, puesto que los fieles católicos permanecieron en el recorrido hasta que terminó en la iglesia de la Inmaculada Concepción.

En esta ciudad en días pasados varias familias sacrificaron cerdos para elaborar alimentos que son ofrecidos a la Santa Cruz, además en esos lugares se ofrenda también el tradicional relleno negro y la cochinita pibil.

La celebración de la fiesta a la Santa Cruz tiene su origen en la fe cristiana. Esta festividad tiene el propósito de venerar la cruz como máximo símbolo del cristianismo católico: Cruz-Dios Padre y Cruz-Espíritu Santo, pero también cumple un propósito de carácter propiciatorio: Cruz-Cristo Jesús, el hijo dador de vida, agua y buenas cosechas.

Aunque en otras partes del país, la Santa Cruz se relaciona con las buenas cosechas, en esta ciudad, por lo general se venera a San Isidro Labrador como el patrono de los agricultores, cuya festividad inicia a mediados de este mismo mes.

Se informó que esta tradición es muy antigua, ya que celebra la exaltación de la Santa Cruz. Las leyendas o las tradiciones hablan de un milagro, de modo que un enfermo pidió a Dios que se manifestara en la cruz, y esta persona quedó curada, según explican representantes de la iglesia católica.