De la Redacción
TULUM, 12 de junio.- Tras el asesinato de Carlos Alvallero Pantoja, alias “Mamalucha”, tesorero del sindicato “Tiburones del Caribe”, durante la madrugada del miércoles, un presunto grupo criminal colocó una narcomanta en la Riviera Maya, lanzando amenazas de muerte al dirigente y miembros del gremio, uno de los cuales ya sufrió un intento de ejecución. El lienzo está firmado por los “Tiburones del Caribe”.
Alrededor de las 03:30 horas, las autoridades policíacas reciben el reporte que en el puente peatonal de Chemuyil, que conduce al poblado de Ciudad Chemuyil, ubicado en la Riviera Maya, se encontraba colgada una narcomanta que lanzaba amenazas, que dice que lo que le pasó al hoy occiso, que era conocido como “Mamalucha”, es porque no obedeció y que igual le pasará a otros agremiados, entre ellos, dirigentes del gremio.
La narcomanta con letras negras y rojas tiene la siguiente leyenda:
HAYTA ESTO, NO OBEDESISTES TAMBIEN LES PASARA A IRAN ZAPATA, NIETO, CACEROLA, PIT, CHEMUYIL, GABACHO, VENTON, CANGURO, TAXI 968, 425, GUIA 10, GAMBOA, Y A LOS SEUDO LIDERES DE TAXISTAS DE TODA LA RIVIERA MAYA SE LES AVISA, TAXISTAS UNIDOS JAMAS SERAN VENCIDOS. ATTE. TIBURONES DEL CARIBE.
Carlos Alvallero Pantoja, también extitular de la Comisión de Escalafón, fue amenazado en el mes de febrero a través de narcomantas, en donde presuntos miembros del crimen organizado “La Barredora” les advierten que controlen a su gente y que ya se había metido con interés en Playa del Carmen, en el mismo lienzo amenazaban al dirigente Irán Zapata.
En la narcomanta colocada durante la madrugada del miércoles aparece el apodo de “Canguro”. Dicha persona, a finales del mes de mayo, cuando transitaba sobre la Riviera Maya con dirección a Tulum, faltando escasos kilómetros, sufrió un atentado cuando le dispararon, sin que resultara lesionado.
Esa misma persona, mediante un video que él mismo grabó, señalaba al hoy occiso presunto responsable del suceso. Incluso dio a conocer que presentaría la denuncia correspondiente y que llegaría hasta las últimas consecuencias, pero ya ningún agremiado supo nada después.
Las amenazas lanzadas en el lienzo van dirigidas a los dos grupos que mantienen hoy al sindicato cerrado, sin que esté en funciones y fragmentado.