Por María Luisa Vázquez
Las reformas que se aprobaron hace cuatro años a la Ley Electoral de Quintana Roo, dejaron ayer, como consecuencia, un alto abstencionismo, ya que los electores, a diferencia de hace 11 meses, no se interesaron en la elección de diputados locales.
En noviembre de 2015, se hicieron reformas a la Ley Electoral de Quintana Roo, y se dejó en claro que la elección ordinaria de gobernador se celebrará cada seis años, el primer domingo de junio del año que corresponda.
En el caso de las elecciones ordinarias de diputados se efectuarán cada tres años, el primer domingo de junio del año que corresponda; mientras que las elecciones ordinarias de miembros de los ayuntamientos se efectuarán cada tres años, el primer domingo de junio del año que corresponda a las elecciones federales.
Entonces el mismo fenómeno se repetirá en elecciones intermedias, lo que a la larga terminará por generar procesos electorales muy caros sólo para renovar la legislatura a mitad de cada gubernatura, a menos que el próximo Congreso se interese por reformar la Ley Electoral.
Y es que el desinterés ciudadano por participar en el proceso electoral, se reflejó esta mañana en la inasistencia de una gran cantidad de funcionarios de casilla, lo que demoró la apertura a tiempo de las casillas.
Y conforme iban pasando las horas, los funcionarios mostraban mucho tedio, al grado de acusar que en varias partes de Cancún, el Instituto Electoral de Quintana Roo los dejó al garete, ya que no los abasteció de sus alimentos, que tuvieron que sufragar con sus propios recursos.
La alcaldesa Mara Lezama, entrevistada ayer, luego de emitir su voto en la Casa de la Cultura, al notar la escasa afluencia, pidió a los electores hacer un alto para salir a depositar su voto.
“Yo sé que es domingo, que para muchos es día de asueto, pero hay que dedicarle un espacio a la democracia y además hay que enseñarles a nuestros hijos que es una responsabilidad que tenemos, que les expliquen por qué salir a votar para enseñar que es una gran responsabilidad que tenemos como ciudadanos”.
En su caso, ella acudió a depositar su voto con su esposo Omar Terrazas, y a diferencia de hace un año, sin ninguno de sus hijos.