Quintana Roo

Represalias contra trabajadores

Por Miguel Ángel Fernández

CHETUMAL, 7 de junio.- El gobierno de Otoniel Segovia Martínez se va contra los empleados y no contra los directivos que son cuestionados de acoso y abusos hacia la clase trabajadora.

Para ello cuenta con la complicidad del líder sindical Pablo Ley Moo, quien abandonó a los trabajadores que exigían la salida del director de Fiscalización Emmanuel Magaña Cirerol.

Apenas hace una semana se paralizó el área de Fiscalización, siendo que los empleados acusaron de maltrato, acoso laboral y hasta hostigamiento sexual al director Emmanuel Magaña Cirerol.

Eran alrededor de 50 personas las que se manifestaron en su contra, las que señalaron que no regresarían a sus puestos hasta que no sea destituido. En un acto de oportunismo, el dirigente sindical Pablo Ley Moo se apersonó durante la protesta y dijo que apoyaría a los trabajadores en su manifestación.

Posteriormente les dio la espalda argumentando que sumarse a la protesta podría afectar la negociación del aumento salarial para los burócratas.

A la par, el director de Fiscalización ha pedido la renuncia de los trabajadores operativos, de lo cual es cómplice el presidente municipal Otoniel Segovia, siendo que incluso en el despacho de la presidencia se han realizado estos actos para echar al desempleo a funcionarios, con tal de seguir protegiendo las irregularidades y maltratos de Magaña Cirerol.

De tal manera, siguen los conflictos en la Dirección de Fiscalización, área de la que constantemente hay quejas de comerciantes, vendedores ambulantes, ciudadanos, e incluso de los propios inspectores del área.

Como se recordará, la actividad económica en la capital del estado, lejos de ser impulsada por el gobierno de Othón P. Blanco, está siendo afectada drásticamente.

Eso se puede observar con las acciones de la Dirección de Fiscalización a cargo de Emmanuel Magaña Cirerol, quien siguiendo las instrucciones del presidente municipal, Otoniel Segovia Martínez, se ha ensañado con quienes han encontrado en los espacios públicos la forma de llevar el sustento a sus hogares.

Por ello, en una auténtica bomba de tiempo se ha convertido la Dirección de Fiscalización, siendo que además del malestar del comercio local, ni siquiera los trabajadores del área están a gusto, por ser la “carne de cañón” de los intereses de la Presidencia Municipal.