Quintana Roo

Por Olivia Vázquez

 

Cancún está llenando su temporada de verano con tarifas de 20 a 25 por ciento menores que la temporada del año anterior, lo que genera un ‘efecto dominó’ al resto de los destinos que han tenido que ajustar sus precios frente a su principal competencia del mercado. Así destinos como República Dominicana, Jamaica y otros de competencia en el Caribe, o en México, Acapulco, Mazatlán y otros, han tenido que entrarle a la guerra de precios y promoción para elevar sus operaciones.

En el caso de Cancún, Roberto Cintrón, presidente de la Asociación de Hoteles de Cancún, reconoció que la oferta hotelera ha tenido un sacrificio en la tarifa hotelera en comparación con el año anterior derivado de la lentitud que se venía dando en el ritmo de reservación.

Se trata de tarifas que descendieron en un 15 y hasta el 25 por ciento, de acuerdo a la cadena hotelera, para poder mantener mayor competitividad. Este sacrificio no necesariamente se refleja en el precio de habitación, pero sí en adicionales del servicio que se ofrece, pues algunos hoteles determinan agregar una noche en un restaurante exclusivo gratis, dos menores gratis, entrada a un parque temático gratis, así como diversas estrategias que permiten atraer al consumidor.

Los hoteles con el mayor número de habitaciones, que superan las 500 a 800, pueden tener una estrategia más agresiva, colocando determinado número de cuartos a precios ‘al costo’, para poder garantizar la operación y de ahí, subir el precio conforme se vaya dando la demanda.

Con esto, hoy en día y a pesar de que se ha tenido una caída en tarifas hoteleras, la temporada de verano pinta positiva y conforme aumenta la demanda, el precio se regulariza y puede alcanzar su mismo nivel. Es decir, el cuarto de a 15 mil pesos, que se ofertó hace unos meses para tres días dos noches, ahora puede alcanzar un costo de hasta 30 mil pesos, por la demanda que está teniendo el servicio, aunque en octubre próximo podría volver a tocar los 15 y hasta 12 mil pesos, la “oferta”.

Esta baja de precios, se advierte, sin embargo, no se registraba desde el 2005, cuando el paso del huracán “Wilma”, que retrajo el flujo de visitantes, lo que le pega no sólo a la hotelería del destino, sino a la de la región en general, pues su principal referente de tarifas sigue siendo el Caribe Mexicano y si este sufre, todos sufren, aseguran los expertos.

En cuanto a ocupación en plena temporada de verano, la hotelería se mantiene firme en un 85 por ciento, con una recuperación de al menos cuatro puntos porcentuales, pero todavía son indicadores más bajos que los registrados el año anterior.

Estas caídas, aducen, obedecen sobre todo a la mayor oferta hotelera, a las plataformas de hospedaje, al tema de inseguridad y ahora el del sargazo que sí está pegando en la expectación de viaje.

Tanto hoteleros de Cancún y la Riviera Maya, confían en que a pesar de estos factores contrarios, la caída de tarifas finalmente rinda los frutos esperados y se pueda dar un “colchoncito”, para lo que será el otoño incierto.