Quintana Roo

Abuso policial en escena del crimen

De la Redacción

CHETUMAL, 3 de julio.- Sospechoso y negligente actuar del comandante “Hugo” de la Policía Ministerial, quien acudió a la ejecución de un presunto tirador de droga en el fraccionamiento Bicentenario. El agente ministerial ordenó arrestar a una mujer y a un hombre violando sus derechos humanos y abusando de su autoridad, alegando que traspasaron la cinta de acordonamiento. En tanto, mostró completa amabilidad hacia el hermano del ejecutado, permitiendo que entrara y saliera en repetidas ocasiones del cordón policial.

Todo ocurrió cuando daban inicio las diligencias, el comandante “Hugo” dio instrucciones a los elementos de otra corporación para que extendieran el acordonamiento y que al hacerlo amarraran las cintas amarillas al protector de una vivienda, que se encontraba aproximadamente 3 metros dentro de un predio, sobre la avenida Mariano Angulo del fraccionamiento Bicentenario, hasta los árboles que se encontraban en el monte.

Lo anterior, dado a una negativa práctica que los elementos de la Fiscalía General del Estado aplican en todo el estado, la cual intenta ocultar su falta de conocimiento en la implementación del Código Nacional de Procedimientos Penales, siendo que ciudadanos y periodistas son alejados lo más lejos posible.

Esta situación es justificada por el fiscal general Óscar Montes de Oca Rosales, como parte del protocolo a seguir; sin embargo, únicamente se hace cuando el personal de la dependencia necesita ocultar la información o el suceso.

El excesivo acordonamiento provocó esta tarde una confusión en una pareja, que arribó al sitio en una motocicleta y observó que las cintas de la policía estaban amarradas al protector de su casa- que se encuentra tres metros dentro de su propiedad-, además de una ambulancia en la puerta, por lo que esperaron lo peor, ya que sus hijos se encontraban en el interior.

Fue así como la pareja entró en shock y corrió hacia su casa, pasando por las cintas de acordonamiento, siendo perseguidos por elementos municipales, a quienes el comandante “Hugo” ordenó a gritos “deténganlos para que les sirva de ejemplo a los demás y vean que si los van a detener”, siendo que la pareja ya se encontraba en su domicilio, los agentes ingresaron y los esposaron dentro de su casa, trasladándolos a la Policía Municipal, donde posteriormente fueron liberados, ya que no había ningún motivo para detenerlos.

Lo ocurrido ejemplificó la impunidad con la que los agentes de la Policía Ministerial allanan las propiedades sin órdenes de un juez y detienen a los ciudadanos dentro de sus casas, inventando pretextos que además resultan ilegales, sin que el fiscal general Óscar Montes de Oca Rosales les inicies las investigaciones correspondientes, generando así un ambiente de completa ilegalidad y torpeza en el actuar de los ministeriales.

Caso contrario ocurrió cuando familiares de la víctima llegaron al sitio, siendo atendidos con extraña cordialidad y familiaridad por el propio comandante “Hugo”, el cual aparentaba dar un informe de los pormenores que ocurrieron.