Quintana Roo

Ya no hay temporada alta para abarroteros

Por Yolanda Gutiérrez

 

La temporada de verano dejó de ser una esperanza para los pequeños comerciantes de abarrotes desde hace varios años, justo cuando comenzaron a proliferar los grandes supermercados y tiendas de conveniencia en regiones y colonias de Cancún, lo que provocó que el turismo doméstico, es decir, los visitantes que se hospedan en casas de parientes o amigos, apenas deje derrama en las tienditas de la esquina, ante la consternación de sus propietarios.

Además los comerciantes de abarrotes han observado que de dos o tres años a la fecha, es menor el número de turistas domésticos que se hospedan en casa de sus parientes, lo que achacan a la fuerte inseguridad que impera no sólo en el destino, sino en el país, donde las carreteras son tomadas por asaltantes que hacen pasar un mal rato a sus víctimas, sin contar con la precaria economía de buena parte de los mexicanos.

Y en esta temporada la situación se complicó aún más a causa del sargazo, en virtud de que muchas familias que habitualmente disfrutan sus vacaciones en Cancún optaron este año por otros destinos libres del flagelo.

Ni siquiera las loncherías y cocinas económicas de regiones y colonias populares observaron un importante incremento en la demanda, que debiera derivarse de la presencia de vacacionistas que visitan a sus familiares, sino que, por el contrario, su clientela es prácticamente la misma.

Antaño era una fiesta para los microempresarios la llegada de las vacaciones de verano, fechas en las que sus ventas incrementaban de manera considerable gracias a los visitantes, en virtud de que las compras de las familias radicadas en el destino se multiplicaban al aumentar el número de integrantes, aunque sólo fuera por unos cuantos días.

“Ya no es lo mismo que antes, ahora proliferan los supermercados y tiendas de 24 horas que afectan mucho, sobre todo a quienes tenemos nuestros negocios cerca. Además he observado que de dos o tres años a la fecha llegan menos turistas nacionales de visita, no sé si por la situación económica, por el sargazo, la inseguridad o el miedo de que los asalten en carretera, la realidad es que antes, entre mediados de julio y principios de agosto, las ventas se multiplicaban y crecían como la espuma. De hecho las ganancias me daban para costear sin problemas los trámites para la renovación de la licencia de funcionamiento, mientras que ahora, apenas dan para comer”, expresó Luis Arias, propietario de una pequeña tiendita.

Se habló con la encargada de una lonchería con venta de antojitos en la Región 102, quien dijo que “los giros de alimentos siempre tienen demanda porque la gente tiene que comer, pero no he visto mucho turista de región, creo que este año ha llegado menos gente que en otros, no falta mucho para que terminen las vacaciones y ya perdí la esperanza, lo bueno es que al menos la demanda se mantiene prácticamente como siempre, no me han bajado las ventas”.