Quintana Roo

La ola de violencia afecta a niños y adolescentes

Por Eva Murillo

 

La ola de violencia que afecta a Cancún, ha hecho que alrededor de 70 niños y adolescentes han necesitado del apoyo de las instancias de gobierno luego de ser víctimas directas o indirectas de hechos de alto impacto en el primer destino turístico de México, cifra similar a la del año pasado, informó Norma Salazar Rivera, secretaria ejecutiva del Sistema de Protección Integral de Niñas, Niños y Adolescentes (Sipinna).

Añadió que los niños quintanarroenses que han participado en las encuestas, señalan que los golpes y groserías son las acciones violentas que padecen con mayor frecuencia en sus hogares, escuela y calle.

Mencionó que Sipinna está trabajando en coordinación con la Ceaveqroo, la Fiscalía y Procuraduría de Protección de Niños, Niñas y Adolescentes, para atender a los menores afectados de alguna manera directa por la ola de violencia en Cancún, pues al no estar papá o mamá, quién entra a ver por el cuidado de los pequeños.

De enero a septiembre han visto los casos de un promedio de 70 menores de edad que han requerido atención de las instancias de gobierno, ya que de alguna manera fueron víctimas de hechos de alto impacto en la ciudad.

Esta cifra, comentó, es similar a la del año pasado, dijo.

Por otro lado, Norma Salazar Rivera, secretaria ejecutiva del Sipinna, informó que los menores -de manera anónima- han revelado, que el 40 por ciento de este maltrato lo reciben dentro de su ámbito familiar, el 30 por ciento en los planteles escolares a los que asisten y el resto cuando están en la calle.

Enfatizó que es necesario erradicar la idea de que con golpes debe disciplinarse a los niños y poner en primer lugar el dialogo, pero mientras logran la conciencia ciudadana ingresaron al Congreso Local una iniciativa que prohíba el castigo corporal.

Este tipo de acciones contra los niños y adolescentes de Quintana Roo no es privativo de una zona en particular, abundó, pues está presente en todos los estratos sociales tanto en zona rural como urbana.

“Se da en todas partes, por eso debemos cambiar esa forma de pensar”, remarcó.