Por Miguel Ángel Fernández
CHETUMAL, 17 de septiembre.- Representantes de 35 familias que se han quedado sin sustento, porque sus puestos fueron desalojados de la periferia del mercado Ignacio Manuel Altamirano, protestaron al momento que Otoniel Segovia Martínez inició su “informe”, que como se anticipaba fue un acto de autoelogio y de presentar “cifras alegres” para ocultar la realidad de la falta de resultados de su cuestionada gestión.
Hombres, mujeres y niños portaron pancartas, realizaron rechiflas y lanzaron consignas contra el alcalde de Othón P. Blanco.
Los afectados recriminaron que fueron “echados a la calle” y que “no pueden dormir”, “no tengo para los estudios de mis hijos”, “tengo que fiar” y otras muestras de la difícil situación que enfrentan por la política recaudatoria del gobierno de Otoniel Segovia.
Recriminaron que ninguna autoridad con la capacidad de tomar decisiones les ha dado respuesta a esta situación y cada día que pasa empeora su calidad de vida.
Señalaron que el presidente municipal no tiene calidad moral para informar que ha cumplido a la ciudadanía, cuando en la realidad ha dejado desamparadas a las familias de los vendedores de puestos que fueron desmantelados durante la semana pasada.
Con lágrimas en los ojos, una de las madres de familia expuso la triste realidad que atraviesa y recriminó que durante su protesta de esta noche en el informe, los intimidaron, amenazaron y reprimieron.
Y es que apenas iniciaron las rechiflas, un grupo de policías vestidos de civiles trataron de quitárselas a los manifestantes, también se colocaban enfrente de las mismas para impedir la lectura de las leyendas.
Al mismo tiempo, para tratar de callar las expresiones, un grupo de personas contratadas como porra, las cuales portaban matracas, hacían ruido para contrarrestar la protesta.
Al ver que estaban siendo grabados y fotografiados los elementos de ayudantía que cubrían el evento, tuvieron que retirarse, pero luego llegó la Policía Municipal para intentar también retirar a otros quejosos que no dudaron en alzar la voz y recriminar el actuar del gobierno de Othón P. Blanco.
Tras la exhibida en redes sociales, elementos municipales y estatales que querían controlar a como dé lugar la protesta, tuvieron que permitir que se mantuviera la manifestación, aunque formaron una valla humana para impedir que pudieran salir de la zona en la que estaban asentados.