Quintana Roo

De la Redacción

 

A pesar de que lo mantienen segregado del resto de la población carcelaria, Alejandro Ch. M. continúa siendo un verdadero riesgo dentro del Centro de Reinserción Social (Cereso) de Cancún, por viejas rencillas para evitar algún altercado mayor en un lugar que se encuentra más que vulnerable y bajo control de los grupos de autogobierno.

Fuentes del centro de reclusión dieron a conocer que el sujeto que recién fue ingresado al penal, se encuentra segregado, porque “se corre el riesgo de que se arme algún alboroto con los demás internos”.

No obstante al haber sido su detención por una orden de juez, su ingreso al penal es directa, pero por cuestiones de “seguridad”, se mantiene segregado y en espera, hasta de posiblemente ser trasladado a otro penal del Estado.

“Desde luego que es tensa la situación dentro del penal y más aún cuando se trata de sujetos que ya han estado y que en su estancia generaron problemas y muchos enemigos que ahora están en otra posición y seguramente querrán cobrar venganza”, dijo la fuente consultada respecto al tema de Alejandro Ch. M.

Y es que, lo que es evidente que el tema penitenciario en Quintana Roo, está más que rebasado por el tema del autogobierno que existe en las distintas cárceles del estado, principalmente en la de Cancún que tiene además una clara sobrepoblación.

Ayer sábado, se pudo apreciar una amena calma en los alrededores del penal, en espera para que este domingo se lleve a cabo un día más de visita, situación que cada vez se pone más tensa entre los familiares.

Lo anterior, porque son más las reglas que les han impuesto para poder ingresar y las prohibiciones hacia ciertos productos, los cuales dentro de la cárcel abundan porque son metidas clandestinamente por los mismos custodios al servicio de la gente que mantiene el autogobierno.

Incluso, también se ha denunciado un incremento considerable con el tema de las extorsiones que le hacen a reos de recién ingreso, donde familiares son obligados a pagar cuotas de protección, para evitar que adentro no les hagan nada.