Quintana Roo

Por Eva Murillo

 

La Playa Coral es la primera a la que los turistas -que llegan por carretera del sur o del aeropuerto- acceden cuando empiezan a recorrer la costa de Cancún, el destino turístico de mayor éxito nacional e internacional en México, pero es justamente la que está en peores condiciones debido a la presencia de sargazos, pues además del que se acumula en el agua también se ha convertido en la zona de transferencia de algas.

Quienes han recorrido cientos de kilómetros para estar en el paradisíaco Cancún, bajan emocionados de sus vehículos y caminan aprisa, para llegar lo antes posible a ver en vivo las postales naturales que vienen en las revistas o en la publicidad de agencias de viajes o las mismas autoridades hacen del destino. Sin embargo, el aspecto de Playa Coral, la cual cuenta con bandera Blue Flag, los desengaña.

El recale de sargazo ha afectado desde hace más de un año y medio a toda la costa de Cancún, sin embargo, Playa Coral es la que está en peores condiciones, pues aquí la planta marina prácticamente se estanca y va formando costras putrefactas que lanzan al ambiente olores “azufrosos” que son percibidos desde kilómetros antes de llegar al lugar.

Este balneario forma parte de uno de los tres polígonos del Parque Nacional Costa Occidental de Isla Mujeres, Punta Cancún y Punta Nizuc, cuyo cuidado y vigilancia está a cargo de la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat) a través de la Comisión Nacional de Áreas Naturales Protegidas (Conanp) la cual tuvo recortes presupuestarios importantes para el actual ejercicio fiscal y apenas logra tener el dinero para la compra de combustible de las embarcaciones.

El lugar cuenta con área de regaderas, baños, mobiliario playero como kioscos de madera, bancas y mesas, pero sobre todo estacionamiento, y prácticamente la única de Cancún con sombra natural, pues hay palmeras y vegetación propia del área. Sin embargo, permanecer ahí más de medio hora se convierte en un dolor de cabeza, sobre todo para quienes son sensibles  a los olores fuertes, ya que el sargazo podrido y húmedo despide gases azufrosos.

A pesar del equipamiento de Playa Coral, esta es de las menos visitadas, sobre todo desde que empezó a ser la bodega del sargazo, pues el agua no es clara, mucho menos de tonos turquesa. Meterse a nadar ahí es casi imposible y además de riesgo para la salud, ya que durante el día se forma una línea de espuma que brota de la costra de sargazo acumulado durante semanas.