Quintana Roo

Por Yolanda Gutiérrez

En franca decadencia la otrora popular Plaza Forum que, pese a ubicarse en pleno corazón de la Zona Hotelera, ha sido relegada por otras plazas comerciales del área turística, hasta el extremo que cada día son más los locales que cierran de manera definitiva, viéndose orillada la administración a “tapar” los espacios desocupados con coloridas mantas en las que se aprovecha para brindar los establecimientos en renta.

La decadencia llega al extremo que el elevador no funciona, después que a principios de noviembre pasado dos trabajadores resultaron lesionados al desplomarse el ascensor mientras le proporcionaban mantenimiento, lo que limita el acceso a las plantas superiores a personas en silla de ruedas o con problemas de movilidad, quienes correrían riesgos en caso de usar las escaleras eléctricas, única opción.

Independientemente del accidente, el elevador de Plaza Forum no se podía utilizar desde la temporada alta de verano, cuando se fijó un aviso en el que se informaba a los usuarios que el aparato se encontraba averiado y solicitaban disculpas por las molestias que ocasionaba.

Después del percance en que dos trabajadores que proporcionaban mantenimiento al elevador tuvieron que ser hospitalizados tras desplomarse la cabina, que cayó desde una altura aproximada de cuatro metros, presuntamente Protección Civil tenía intención de clausurar el ascensor, pero nunca fijó sellos de clausura sino que la administración de la plaza se limitó a colgar de nueva cuenta el cartelito, sin mayor explicación.

Plaza Forum está diseñada de tal manera que para subir de la primera a la segunda planta hay que recorrer forzosamente todo el centro comercial hasta acceder al segundo tramo de escaleras eléctricas, con lo que el turista no tiene más remedio que pasar frente a cada uno de los locales comerciales y, con un poco de suerte, sentir la tentación de comprar algo.

Sin embargo, cada vez son menos los lugares abiertos en la plaza y por ende los visitantes tienen menos oportunidades de dejar una buena derrama económica.

En su momento el centro comercial destacaba por el atractivo que representaba el restaurante Rain Forest, inspirado en la selva tropical, que al cerrar dejó paso a un negocio de artesanías, así como el restaurante Hard Rock, que pese a haber pasado por algunos problemas laborales, logró salir adelante.

Ahora, prácticamente el único atractivo que le queda a la plaza es la enorme guitarra eléctrica, buscada por turistas de todas partes del mundo para tomarse la foto del recuerdo.

Los locales comerciales han cerrado de manera paulatina y a la fecha, el último en cerrar fue el espacio que ocupaba Plaza La Fiesta en la segunda planta, así como un local en la planta baja que comunicaba con el acceso a playa Gaviota Azul. Aunque el centro comercial aún tiene movimiento gracias a varios restaurantes y heladerías, que absorben casi toda la clientela, mientras que los empleados de los negocios de artesanías, agencias de viaje y de bienes raíces, prendas de vestir y souvenirs pasan buena parte del día cruzados de brazos y solo reviven a la caída de la tarde, cuando el turismo ocupa unas horas en recorrer plazas comerciales en busca de recuerdos.