De la redacción
PLAYA DEL CARMEN, SOLIDARIDAD, 17 de enero.- Al cumplirse tres años de la masacre cometida en el desaparecido bar The Blue Parrot, en el último día de actividades del festival de música electrónica The BPM, dejando un fatídico saldo de seis personas muertas y 15 heridos en su mayoría visitantes extranjeros, marcando un antes y un después en la espiral de narco-violencia flagela Solidaridad desde entonces siendo presidenta municipal, Cristina Torres Gómez de la alianza PAN-PRD, actualmente diputa local plurinominal por el PAN, los responsables siguen gozando de impunidad, porque el Fiscal General del Estado (FGE), Oscar Montes de Oca Rosales y sus antecesores en el cargo, le apuestan al carpetazo, no obstante que en la administración de la alcaldesa Laura Beristain Navarrete de Morena, la narco-violencia continúa creciendo descomunalmente.
Como se recordará, alrededor de las 02:00 de la madrugada del lunes 16 de enero de 2017, el bar The Blue Parrot que se encontraba ubicado en la calle 12 con zona de playas, y sede principal de la décima edición festival BPM usado por la organización criminal canadiense "Hell Angels", para “lavar” millones de dólares del narcotráfico, cuando lucia abarrotado por más de mil persona en su mayoría turistas extranjeros fue escenario de una sangrienta masacre cuando presuntos sicarios de “Los Zetas, vieja escuela” atacaron a balazos al encargado del evento musical por no pagar “derecho de piso” y no le daban acceso a sus vendedores de droga porque la “concesión” lo tenía el Cartel del Golfo (CDG); sin embargo, el ajuste de cuentas se agravó porque agentes de la Policía Municipal vestidos de civil asignados indebidamente por la administración de la entonces alcaldesa Cristina Torres Gómez, repelieron la agresión, desencadenando un fuego cruzado que dejó seis muertos y 15 heridos.
Con Cristina Torres Gómez, quien rindió protesta como presidenta municipal, el 30 de septiembre de 2016, para el periodo 2016-2018, no solo llegó un partido de oposición al PRI que lo había gobernado, desde su creación el 28 de julio de 1993, también llegó al narco-violencia, al ocupar el cargo habían 4 ejecutados y el año cerró con nueve, sin embargo, la narco-violencia estalló en el 2017 y fue enmarcado por la masacre del BPM, al cerrar ese año cerró 58, un crecimiento del 600 por ciento respecto al año anterior, en el 2018 aumentó a 98, en los nueve meses que correspondió a la gestión de Cristina Torres Gómez se perpetraron 62 y en los tres meses de Laura Beristain Navarrete, quien asumió el cargo el 30 de septiembre de 2018, para el periodo 2018-2021 se cometieron 36, y en el 2019 estableció un récord de sangre con 196 ejecuciones.
Desde el día de la masacre, la FGE en ese entonces a cargo del “doctor” Miguel Ángel Pech Cen, mostró una indiferencia cómplice, porque a pesar del hermetismo de la dependencia trascendió la detención de cuatro presuntos implicados, entre los cuales, se encontraba Juan José L. G. (a) “Security”, ex agente del Grupo Elite FRI de la PMP, quien fue detenido en septiembre del año 2014, y liberado al poco tiempo, a pesar de su presunta participación en varias ejecuciones, con un nuevo cártel, en ese entonces en proceso de conformación.
Finalmente, el 17 de enero de 2017, al día siguiente de los sangrientos hechos, cuatro narco-mantas colocadas estratégicamente en esta ciudad con la siguiente advertencia: “Esto es una muestra de que ya estamos aquí, fue por no alinearte. Philip BPM. Es el inicio vamos a cortar las cabezas de Golfos, Pelones y Chapulines”, firmadas por El Fayo, Z de la vieja escuela; exhibieron el burdo intento del gobierno del estado de engañar a los quintanarroenses al minimizar la inédita masacre en The Blue Parrot, con lo siguiente: “fue un conflicto personal entre dos personas, conllevó a que uno le disparara al otro”.