Quintana Roo

Bañistas disfrutan los últimos días de vacaciones

Por Yolanda Gutiérrez

 

El día soleado y las agradables temperaturas contribuyeron a que los bañista, turistas y locales, se volcasen a las principales playas de nuestro destino para darse un chapuzón pese al frescor de las aguas y la brisa marina que se dejó sentir durante toda la mañana.

Turistas nacionales y extranjeros, así como gente de la localidad, aprovechan los últimos días de vacaciones y aunque muchos prefieren llegar a los arenales pasado el mediodía, tras desvelarse en las discotecas de moda y dormir hasta bien entrada la mañana, otros prefieren horas más tempranas, cuando los balnearios públicos aún se encuentran tranquilos. Tras llevar a cabo un recorrido por diferentes arenales del destino se pudo constatar que a primeras horas de la mañana la presencia de bañistas era relativa, pero conforme avanzaba el día las playas comenzaron a verse más pobladas, especialmente Gaviota Azul, Tortugas, Langosta, Marlín y Delfines, pese a lo cual sus aforos no se acercaron ni por casualidad a los registrados durante los últimos días del 2019 y primero de enero de este 2020.

Según informaciones proporcionadas por personal de Protección Civil, el pasado miércoles se contabilizaron en Gaviota Azul alrededor de mil 500 bañistas, de los cuales un 50 por ciento eran turistas nacionales y extranjeros en tanto que la otra mitad correspondió a gente de la localidad.

Mientras que en Tortugas, donde confluyó una mayoría de cancunenses, se registró un aforo aproximado de 400 usuarios, que en apariencia no se contabilizan debido a que una buena parte se distribuye en el área de rocas y quedan fuera de la visión.

Las fuentes de Protección Civil expresaron que es por las tardes cuando por lo general se contabiliza un mayor número de personas en las playas y revelaron que muchos de los residentes que los fines de semana acudían a Playa del Niño, considerada por mucho tiempo como una cantina al aire libre, cambiaron sus costumbres y frecuentan actualmente Tortugas, que poco a poco se convierte en una “playa de chupe”, donde los usuarios consumen tranquilamente toda clase de bebidas espirituosas, especialmente cerveza, tanto en el área donde se ubican las mesas como entre los roquedales.

Y, ante los aforos de las playas públicas y arenales “de” los hoteles, los vendedores ambulantes persisten en recorrer la franja costera de un lado a otro e incluso se instalan en los accesos de las playas, donde los peatones pueden encontrar casi cualquier cosa, sin que los informales sean molestados en lo absoluto.

Aguas frescas, fruta en trozos, refrescos, kivis, salbutes, “cocos locos”, artesanías, caracoles, estrellas de mar, sarapes, lentes para el sol, pareos, pulseras y bolsas tejidas a mano, así como blusas bordadas, estas últimas ofrecidas por las ambulantes chiapanecas, son tan solo unos pocos ejemplos de todo lo que los turistas y cancunenses pueden encontrar cuando visitan la zona hotelera, que prácticamente se ha convertido en un mercadillo de baratijas.