De la Redacción
CHETUMAL, 2 de enero.- Para el mes de septiembre, los atracos a bodegas y empresas continuaron. El día 4 de septiembre, ladrones irrumpieron por la noche en las bodegas de la empresa Picorey, que se ubican en la colonia 20 de Noviembre, en Chetumal, lugar de donde se apoderaron de al menos 7 tabletas electrónicas, con valor aproximado de 10 mil 500 pesos.
El día 17 de septiembre se registró el robo con el botín más cuantioso del año, ya que a mano armada dos sujetos asaltaron a tres empleados de igual número de gasolineras, a quienes les robaron alrededor de tres millones 300 mil pesos, justo cuando éstos iban a depositar el dinero en el banco Santander, ubicado en las avenidas Lázaro Cárdenas con Benito Juárez, colonia Centro.
La policía aseguró un vehículo Nissan Versa, al parecer porque está relacionado con el robo. La unidad fue puesta a disposición de la Fiscalía General del Estado para las investigaciones correspondientes.
De acuerdo con datos recabados, los hechos ocurrieron alrededor de las 09:20 horas, dentro de las instalaciones del banco Santander ubicado en la colonia Centro.
A esa hora, tres empleados de igual número de gasolineras, mismos que responden a los nombres de Carlos Enrique C. P., gerente de la estación Centenario Punta Mayab; René E. B., encargado de la gasolinera Servicombustibles Insurgentes y Tommy Invone A. C., encargado de la gasolinera Servicombustibles Umán, se encontraban en la fila esperando su turno para depositar el dinero de la venta del combustible correspondiente al fin de semana pasado, que fue largo por motivo del Día de la Independencia.
Los delincuentes amagaron primero a Carlos Enrique con un arma de fuego y le robaron alrededor de 300 mil pesos, justo cuando iba a depositar el dinero.
Posteriormente, los ladrones amagaron a los otros dos empleados, a quienes les robaron aproximadamente tres millones de pesos.
Los hampones, después de los hechos, se dieron a la fuga con rumbo desconocido, mientras que el banco Santader fue cerrado por el gerente por varios minutos, lapso en el que ni la policía pudo entrar a la institución bancaria.
Sin embargo, más tarde, el gerente del banco finalmente permitió el acceso a los agentes policiales para realizar las diligencias correspondientes.
Pero la criminalidad no paro ahí, ya que hubo casos donde se notó el contubernio entre autoridades y criminales, tal es el caso de una pipa de doble semirremolque de la empresa Yucarro asegurada el 19 de septiembre, que trasportaba gasolina a una estación de Chetumal, ubicada en la avenida Insurgentes con Tzisauché, la cual fue detenida por elementos de la Fiscalía General de la República (FGR).
Aparentemente la pipa tenía reporte de robo, por lo que elementos de la Fiscalía General de la Republica (FGR) la detectaron en el filtro ubicado en las inmediaciones del C4, los cuales de manera sospechosa dejaron que la pipa llegue a su destino.
Una vez ahí procedieron a realizar un supuesto aseguramiento y revisión de documentación, nuevamente de manera sospechosa, el personal de la FGR no realizó el acordonamiento adecuado como lo marca el Código Nacional de Procedimientos Penales.
Peor aún, ya que resultó que los elementos de la FGR que se encontraban en el lugar fueron a amedrentar a los trabajadores de la gasolinera, amenazándolos con interponer demandas si las fotografías salían a la luz, exhibiendo su mal proceder y pésimo trabajo.
La pipa, con placas de circulación 493-XP1, fue detectada por los elementos policiales alrededor de las 12:30 horas, cuando ésta paso por el arco de seguridad instalado enfrente del C4 a las afueras de la ciudad, de inmediato se dio el parte a los elementos de la FGR; sin embargo, éstos dejaron que el vehículo llegue hasta la gasolinera que era su destino en la ciudad de Chetumal.
Una vez ahí los trabajadores de dicha gasolinera comenzaron a realizar todo el procedimiento para descargarla, pero al lugar se presentaron los elementos de la FGR en una camioneta Chevrolet Colorado, con placas de circulación PZK-370-7 del estado de Morelos.
Éstos de inmediato bajaron a los dos conductores de la grúa y, según se pudo saber, se informó a la gerencia de la gasolinera ubicada en la avenida Insurgentes con calle Tzisauché, a un costado de plaza Las Américas, que el vehículo que transportaba la pipa tenía un mandato de robo.
Pero de manera sospechosa y después de 8 horas, autoridades y la empresa de pipas llegaron a un arreglo, en el cual todas las partes involucradas salieron beneficiadas, pero no llegó una explicación de lo ocurrido.
El día 21 de septiembre, sujetos encapuchados intentaron llevarse la caja fuerte de la gasolinera que se ubica en la localidad Manuel Ávila Camacho, en la vía corta a Mérida, para lo cual maniataron y privaron de la libertad a los empleados del sitio; sin embargo, tras varios minutos de batallar intentando arrancar el artefacto, desistieron y huyeron del sitio.
Este mes se convirtió en uno de los más activos para los delincuentes, ya que ocurrieron 72 atracos con violencia y el robo más sobresaliente del año.
En el mes de octubre la criminalidad inició con métodos más espectaculares, tal es el caso del día 1 de octubre, en donde tres sujetos encapuchados, quienes portaban uniformes de policía, asaltaron a un comerciante y a una gasolinera ubicada en la ciudad de Bacalar. Los ladrones se llevaron un vehículo y dos teléfonos celulares.
Los robos a pequeños comercios se incrementaron y ocurrían todos los días hasta en dos o más ocasiones, tal fue el caso del día 12 de octubre, ya que en menos de 24 horas asaltaron en dos ocasiones a la misma farmacia Yza, el primer robo ocurrió a las 10:00 horas del día viernes, mientras que el segundo atraco se suscitó a las 17:00 horas; en ambos casos fue el mismo modo de operar, es decir, un sujeto entró y amagó al empleado con arma blanca, luego se apoderó del dinero de la caja registradora.
En el primer atraco la trabajadora no pudo observar si el asaltante se escapó en algún vehículo o a pie, mientras que en el segundo el asaltante llegó en una motocicleta color azul.
En ese mes se dispararon los asaltos en farmacias y tiendas de conveniencia, ya que sucedían hasta tres veces al día, con montos pequeños, pero constantes los asaltos, en total se dieron 87 atracos en el mes, volviéndolo el más violento.
Para el mes de noviembre, los ciudadanos comenzaron a tomar la justicia por propia mano, ya que el día 12 un sospechoso de robo fue detenido y golpeado por vecinos de la colonia Payo Obispo, luego de que aparentemente entró a hurtar en una casa.
Los robos a farmacias y tiendas de conveniencia no pararon, tal es el caso del día 15 de noviembre, cuando un violento atraco ocurrió durante la madrugada en la farmacia Yza ubicada en la avenida Maxuxac entre Corozal y 27 de Septiembre, en donde cinco sujetos forzaron la entrada con una “pata de cabra”.
Este grupo entró al negocio y encerró a las trabajadoras de la farmacia en el baño, para después apoderarse del dinero de la caja y de los celulares de estas mujeres.
El 17 de noviembre, 24 mil pesos fueron robados en el tramo carretero de la comunidad Altos de Sevilla hacia Reforma, el dinero correspondía al pago de nómina de unos albañiles que se encontraban trabajando en la comunidad El Paraíso.
El agraviado informó que estaba yendo a pagarles a los albañiles que tenía trabajando en la comunidad El Paraíso, pero en el trayecto encontró el camino bloqueado, por lo que se detuvo y ahí fue víctima del atraco.
Los robos carreteros que se suscitaron en esas fechas golpearon también a funcionarios del estado, como a Martha Medina Lozano, coordinadora en el Centro y Sur de Quintana Roo de la Unidad Especializada de Atención a la Mujer, quien fue asaltada a escasos kilómetros de llegar al entronque que comunica con la comunidad Miguel Hidalgo, cerca del rancho San Gerónimo.
Aparentemente una camioneta color negro con letras blancas le cerró el paso, de ella descendieron dos sujetos con armas largas, los cuales la amenazaron y despojaron de sus pertenencias y de su vehículo.
Los hechos fueron denunciados por la funcionaria de la Fiscalía General del Estado (FGE) atreves de sus redes sociales, donde comentó el robo del que fue víctima y lo grave que se ha vuelto transitar por las carreteras del estado.
Incluso, en ese mes nuevamente quedó en evidencia la corrupción imperante de las cooperaciones policiales, ya que elementos de las policías Quintana Roo y Ministerial aparentemente se apoderaron de 14 mil 100 pesos, este dinero se encontraba en una bolsa que recuperaron los agentes después de una persecución a un presunto ladrón.
Sin embargo, cuando la propietaria del bolso fue a reclamar sus pertenencias en las instalaciones de la Policía Quintana Roo, quien fue identificada como María S., informó que tenía 22 mil cien pesos en su bolsa, pero en las instalaciones policíacas le comentaron que solamente había 17 mil pesos en la bolsa.
En ese momento intentó recuperar su bolsa, pero le dijeron que eso tenía que ser en la Fiscalía General del Estado (FGE), cuando llegó a este lugar donde deberían de procurar la justicia, le dijeron que sólo había 8 mil pesos.
En total, 14 mil cien pesos menos, dinero que aparentemente fue sustraído por personal encargado de procurar la justicia en la ciudad, por si fuera poco, no permitieron que la agraviada interpusiera la denuncia pertinente.
Situación sumamente preocupante, puesto que las autoridades encargadas de impartir justicia no hacen lo propio y Alberto Capella simplemente queda como espectador ante la incesante violencia que ocurre en el estado, ya que en el penúltimo mes del año se suscitaron 58 hechos delictivos.
Para el último mes del año ocurrieron varios robos con botines grandes, el 5 de diciembre, más de 80 mil pesos supuestamente les fueron arrebatados con violencia a dos trabajadores de la empresa Emulsiones Asfálticas de la Bahía, tras retirarlo del banco Santander ubicado en la avenida Álvaro Obregón.
Así también el día 7 de diciembre fueron robados cerca de 80 mil pesos de la tienda Súper Akí y tan sólo 24 horas después se apoderaron de 100 mil pesos de la empresa Milano, ambos robos fueron operados de la misma manera.
El día 13 de diciembre nuevamente dejaron en evidencia a las autoridades de La Fiscalía General de Estado (FGE), ya que fue demandada por parte de la empresa Liverpool, debido a que ésta perdió de manera “extraña” un pantalón, el cual ingresó a la bodega de evidencias el día miércoles, luego de que elementos policiales detuvieran a un ladrón con 12 de estas prendas.
El 21 de diciembre cuatro sujetos armados se apoderaron del cajero automático de la empresa Banamex ubicado en la gasolinera Mr. Gas de la comunidad Huay-Pix. Los ladrones encerraron a los trabajadores de esta gasolinera en el baño, para después huir con rumbo hacia la comunidad Bacalar.
Según estimaciones, se cree que el cajero automático tenía en su interior una cantidad cercana a los 400 mil pesos. Por su parte, los empleados comentaron que se hicieron del dinero de la venta de la Tienda de Conveniencia, una cantidad aproximada a los 12 mil pesos, así como de dos teléfonos celulares, los cuales pertenecían a los empleados de este lugar.
Tan sólo tres días después, el 24 de diciembre, nuevamente cuatro personas armadas se apoderaron del dinero del cajero automático ubicado en los pasillos de la Comisión para la Juventud y el Deporte de Quintana Roo (Cojudeq), los ladrones sometieron y amarraron al vigilante para después tirarlo al piso y dejarlo en el interior de una oficina.
Los ladrones abrieron el cajero en su totalidad con la ayuda de un soplete y posteriormente tomaron el dinero que contenía, cuando éstos se fueron de las oficinas de gobierno amenazaron al guardia de seguridad, el cual se pudo desatar hasta las 5:30 horas.
Una vez que el guardia pudo quitarse las ataduras, de inmediato dio aviso al personal de la Cojudeq, los cuales a su vez dieron parte a las autoridades policiales. Se estima que el cajero tendría en su interior una cantidad cercana a los trescientos mil pesos.
Este atraco a cajero automático es el segundo en menos de una semana, lo cual hace sospechar de alguna banda dedicada a este tipo de robos en el sur del estado.
Los hechos ocurrieron desde las 00:15 horas, cuando el velador de esta dependencia se encontraba realizando una llamada telefónica a un costado de las oficinas de la Cojudeq, sobre la calle Heroico Colegio Militar.
De pronto vio a cuatro sujetos que vestían de color negro y se acercaban a él, uno de éstos sacó un arma y le ordenó que terminara la llamada y le entregara el teléfono, el asustado vigilante obedeció y de inmediato fue sometido a empujones para luego ser llevado al interior de estas oficias.
Ahí lo recostaron en el piso, lo amordazaron, y lo ataron de pies y manos, posteriormente fue encerrado en una oficina de la dependencia, mientras los ladrones se dirigían hacia el cajero automático.
Según lo que se pudo recabar en el lugar de los hechos, los asaltantes desconectaron dos de las cámaras de seguridad y pintaron con aerosol el lente de una tercera cámara, ahí mismo comenzaron a intentar abrir el cajero.
Mientras esto sucedía, el velador se pudo desatar de las ataduras de sus pies, pero se encontraba encerrado en la oficina, éste buscó esconderse, pero uno de los ladrones entró en el lugar en donde se encontraba capturado y volvió a someterlo y a atarlo nuevamente.
Según se pudo averiguar, la alarma de este cajero se activó alrededor de las 02:00 horas y al lugar fueron elementos de la Policía Estatal, pero como este cajero se encontraba en el interior de las instalaciones de la Cojudeq, sólo se asomaron en las ventanas de las oficinas y patrullaron por fuera, por lo que no pudieron detectar lo que ocurría adentro.
El cajero automático fue totalmente abierto, con muestras claras de que fue sopleteado para forzar los mecanismos de apertura, los ladrones pudieron hacerse de todo el dinero que había en su interior y posteriormente huir.
Desafortunadamente este año terminó con una incidencia negativa para el estado, en donde no se ve cómo Alberto Capella pueda parar la criminalidad, e incluso comienza a levantar sospechas de estar coludido con las células delictivas.