Ante la necesidad de que se cuente con otro predio para habilitar un nuevo panteón municipal, dado que el actual ya se encuentra saturado, el profesor Humberto Martín Angulo, vecino de esta cabecera, ofreció donar ayer un terreno al ayuntamiento para que se habilite otro camposanto.
Explicó ayer a este medio informativo que el detalle es que el predio de una hectárea no cuenta con título de propiedad, aunque aseguró que ya están en trámite los papeles, pero adelantó que por la pandemia podría tardar.
Agregó que: “aquí lo que le urge al ayuntamiento es conseguir un terreno para habilitar un nuevo panteón” y por lo tanto, no cree que la comuna espere tanto tiempo.
Según el profesor, el secretario de la comuna, Roger Caamal Hernández, le comentó que en el panteón municipal actual hay espacio, cuando mucho, para el sepelio de unas 15 o 20 personas más. Martín Angulo dio a conocer la propuesta que hizo al funcionario quien la tomó como una opción, pero señaló que la autoridad comentó que van a seguir buscando otras opciones por la cuestión de que urge ese terreno.
Sin embargo, expresó que si sale la escritura del predio y todavía le interesa al ayuntamiento local, con mucho gusto se los va donar.
Interrogado sobre cómo nació la intención de proponer al ayuntamiento la donación el predio, el profesor explicó que esa situación se debe a que él ha visto la necesidad de habilitar otro cementerio, porque los habitantes tienen tiempo comentando que ya no hay espacio para sepultar a más difuntos, así como también pensó en la ubicación del nuevo panteón, pues se podría promover a futuro un proyecto de desarrollo urbano.
El terreno que pretende donar el profesor Humberto Martín se encuentra ubicado rumbo al poblado de La Presumida, con acceso frente a la Universidad Intercultural Maya.
Desde hace tres años la gente de esta ciudad ha señalado la necesidad de que se habilite otro panteón, porque en el actual ya no hay espacio.
Extraoficialmente se supo que la comuna está viendo la posibilidad de conseguir un predio por la colonia ejidal de esta ciudad, rumbo al Colegio de Bachilleres.
Por Lusio Kauil