A pesar de su avanzada edad, el nombrado “Tesoro Humano Vivo: Salvaguardia del Patrimonio Cultural Inmaterial de la Región Maya”, Abundio Yamá Chiquil mantiene fresco en la memoria la historia de los mayas, durante su lucha por la libertad, en la que participó su padre, Paulino Yamá.
El dignatario maya, con carga de Capitán del Centro Ceremonial Maya de Tixcacal Guardia, tiene más de 100 años pero mantiene fresco en la memoria, lo que su padre le reveló durante la Guerra de Castas, lo cual cuenta a las nuevas generaciones.
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“Las fuerzas me están abandonando, desde hace más de un año estoy postrado en mi hamaca en mi casa construida con material de la región”, comenta.
Ahí recibe a quienes lo visitan para que les platique las historias que se vivieron en esta región, como las nueve mil muertes en la conocida Chan Santa Cruz Balam, en la Noria.
Relata que los mayas al ver que el gobierno de México los mantenía en el olvido, trataron de formar parte del territorio de Belice y en represalia, el gobierno mexicano, mandó a aniquilar a los mayas rebeldes.
“Mi padre tuvo un fusil Winchester con el que le quitó la vida a muchos soldados para defender a nuestros hermanos mayas, que estaban siendo liquidados”, recuerda.
En 2018, Abundio fue nombrado "Tesoro Humano Vivo: Salvaguardia del Patrimonio Cultural Inmaterial de la Región Maya" a propuesta de la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura, como han hecho en otros países como Japón, Francia, Rumania, Chile, Corea del Sur y República Checa; y, en México, se aplica a través de la Secretaría de Cultura federal, por medio del Programa de Desarrollo Cultural Maya (Prodemaya) y el Instituto de la Cultura y las Artes de Quintana Roo.
El reconocimiento es para toda persona que posea un alto grado de conocimiento sobre el patrimonio cultural inmaterial de su comunidad o de su grupo y que tenga el compromiso de contribuir a salvaguardar esa información.
Por Justino Xiu Chan