Kantunilkín.- En medio del tintineo de una campana, las velas y el olor a comida, los rezadores mayas, Enrique Cauich Tah y Pablo Dzib Bac, comienzan por un año más su labor de ofrecer las viandas y bebidas a la patrona del pueblo, la virgen de la Concepción.
En su lengua maya, realizan los rosarios y elevan las plegarias a la patrona del pueblo que la madrugada de este lunes será bajada de su nicho y puesta al alcance de los feligreses, para ser venerada en los días siguientes pese a la cancelación de actividades masivas de la feria patronal que se hace en su honor cada mes de diciembre.
Se trata de la primera ofrenda (chicharra e higadia), la comida tradicional que forma parte de la promesa de los miembros del consejo supremo maya que custodia la iglesia de la virgen de la Inmaculada Concepción durante todo el año.
La comida es entregada a través de las oraciones en lengua maya que hacen los rezadores que llevan ya medio siglo, dedicados a esta labor y a pesar de los años que ya llevan a cuestas, siguen firmes y con entusiasmo esperan ya el inicio de las actividades de la feria, que se hará de forma más intima.
No habrá corridas, bailes o gremios, todo será sencillo, cada responsable de corrida o gremio, hará su matanza de cochino, con su familia y cumplirá con la parte religiosa, y acudirá en horarios específicos a ofrendar las viandas a la virgen, las cuales serán entregadas a la patrona, por los rezadores mayas, don Pablo Dzib y don Enrique Cauich Tah
Con información de Enrique Cauich