Quintana Roo

Pese a la pandemia, comunidades de Felipe Carrillo Puerto celebran Hanal Pixán

Habitantes de las comunidades indígenas de Felipe Carrillo Puerto mantuvieron vivas las costumbres en este Día de Muertos.
Doña Agustina Rivas es una de las habitantes que aún conserva las costumbres en X-Hazil. Foto: Justino Xiu Chan.

El Hanal Pixa’an, una tradición que se mantiene viva en las comunidades indígenas del municipio de Felipe Carrillo Puerto, a pesar de que la pandemia ha afectado económicamente a cientos de familias, las enseñanzas de nuestros ancestros como son las tradiciones para ofrendar a los fieles difuntos, se mantiene arraigadas en las localidades.

Doña Agustina Rivas Uh, de 78 años de edad, originaria de la comunidad de X-Hazil Sur, señaló, que con la bendición de Dios, se lograron obtener todos los insumos que se necesitaban para hacerle la ofrenda este 2 de noviembre, que se recuerda a los difuntos adultos.

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Añadió que: “cada año hacemos la ofrenda a los fieles difuntos, y en este año no fue la excepción, por lo que desde temprana hora, junto con mis hijas y nietas empezamos a trabajar desde la molienda del nixtamal para la masa y posteriormente la preparación de las tortillas”.

Mientras que al fuego también se estaba cocinando el chirmole, que es el alimento a ofrendar a los fieles difuntos, además del dulce de calabaza y papaya. “Ya teniendo todo esto, nos encargamos de colocarlo en el altar que se ubica en la capilla de la Virgen de Guadalupe”.

En este lugar sagrado fueron colocadas velas de diferentes colores, además de hierbas aromáticas, para luego iniciar el rezo, por parte de una señora, acompañada por su hija, quienes se encargaron de hacer la ofrenda a los fieles difuntos.

Posterior al ritual religioso, doña Agustina Rivas Uh, junto con sus hijas, se encargó de repartir la comida entre las personas que acudieron a realizar el “matan”, tal como se acostumbra en las comunidades rurales, como es la distribución de los alimentos que se ofrendan a los fieles difuntos.

La señora Rivas Uh, dijo que “es una tradición que no se debe de olvidar, además meses atrás nos preparamos, sí, no hay dinero, pero vemos qué hacemos para poder conseguir los insumos, aunque sea poco, pero lo hacemos en honor a los fieles difuntos”.

La ofrenda se hizo de manera directa al esposo fallecido desde hace más de 15 años, así como uno de sus hijos.

Mientras que doña Carolina Chan Poot y su hermana Karla Chan, vecinas de doña Agustina, apoyaron en la elaboración de las tortillas que fueron distribuidas entre las personas que acudieron por una porción de comida.

Por su parte don Aurelio Poot Aké, que cuenta con su domicilio en las inmediaciones de la comunidad de X-Hazil Sur, junto con su esposa e hijos, hicieron su ofrenda a los fieles difuntos. Por lo que un día antes, sacrificaron un cerdo, que había criado meses atrás, sólo para esta ofrenda a los santos difuntos.

Luego del rezo, se encargó de distribuir los alimentos a las personas que llegaban a su vivienda. Esta celebración es una tradición que venimos haciendo desde hace varias décadas y no se debe de olvidar, aunque sea poco se lo vamos a seguir ofreciendo a las almas.

Una tradición que perdura

En la comunidad de Chancah Veracruz, localidad, donde se ubica uno de los centros ceremoniales mayas, importantes en el municipio, radica doña Alfreda Sierra Cahuich, de 63 años, quien comentó que estos días, son de fiesta para las almas, por eso en familia realizamos los trabajos necesarios para hacer las ofrendas necesarias para recordarlos.

Mencionó que “desde temprana hora hemos estado trajinando para tener todo listo a las 11 horas, para que el rezador maya del centro ceremonial de esta localidad, se encargue de hacer la ofrenda a los difuntos, y que el día de hoy (ayer) se recuerda a los adultos fallecidos.

Por Justino Xiu Chan