Quintana Roo

Ahora toca a pilotos de narcojet

De la Redacción

CHETUMAL, 31 de enero.- Se judicializó la carpeta de investigación iniciada en contra de los dos narcotraficantes detenidos con un avión Gulfstream Aerospace G-1159 cargado con e una tonelada y 225 kilos de cocaína base, los cuales fueron trasladados a la ciudad de Cancún y puestos a disposición del juez del Centro de Justicia Penal Federal de esa ciudad, por el delito de transporte de cocaína previsto en el Código Penal Federal, y fueron vinculados a proceso este viernes.

El jueves por la noche, luego de vencer el término constitucional para la resolución de la situación jurídica de los dos traficantes que responden a los nombres de Aldo L. M., originario de Venezuela, y Miguel Ángel B. V., de Bolivia, el fiscal de la federación encontró suficientes elementos para ejercitar acción penal en contra de los ya citados por delitos contra la salud.

Así las cosas, el fiscal de la Federación judicializó la carpeta de investigación que se inició en contra de los dos narcotraficantes, pero no fueron trasladados al Centro de Reinserción Social (Cereso) de Chetumal, sino que fueron llevados a la ciudad de Cancún.

Se supo en el transcurso de este viernes el juez del Centro de Justicia Penal Federal conoció el caso y realizó la audiencia en la que el fiscal de la Federación hizo la imputación en contra de los dos contrabandistas de droga, y al final de la diligencia los vinculó a proceso por el delito de transporte de cocaína previsto en el artículo 194 del Código Penal Federal.

Por otra parte, se supo que el caso de los narcotraficantes detenidos el pasado lunes 27 de enero en la vía corta Chetumal-Mérida luego del enfrentamiento con elementos del Ejército Mexicano, junto con el aseguramiento de armas de alto poder, dos camionetas y 741 kilos de clorhidrato de cocaína, que responden a los nombres de Germán G. C., de Quintana Roo, y Benjamín C. R., de Jalisco, pidieron mediante su defensa la ampliación del término constitucional para la resolución de su situación jurídica.

Ambos fueron presentados ante el juez federal el pasado jueves y el término ampliado vence el próximo día martes.

Como se recordará, el pasado 28 del mes de enero, un día después del aseguramiento de un jet bimotor tipo Hawker en la vía corta Chetumal-Mérida, el Ejército Mexicano asestó otro golpe importante al narcotráfico, al asegurar otro narcojet cargado con tonelada y 225 kilos de cocaína, el cual aterrizó en el aeródromo de Majahual, cerca del Muelle de Cruceros de la Costa Maya.

Se trata de un avión Gulfstream Aerospace G-1159, con matrícula N18ZL, color blanco con rayas rojas y azules, el cual era pilotado por Aldo L. M. y Miguel Ángel B. V., el primero venezolano y el segundo de nacionalidad boliviana, que trajo un cargamento de aproximadamente de cocaína, cuyos paquetes estaban estibados entre los asientos y en el fondo del avión.

Lo diferente en este caso es que el avión de 19 pasajeros tenían un plan de vuelo legal con destino a la Miami, con escala en la isla de Cozumel, procedente de Argentina, pero por algún motivo que es parte de las investigaciones fue a aterrizar a Majahual, en la Costa Maya, en el sur de Quintana Roo.

Después del mediodía del martes pasado se tuvo conocimiento que un jet Gulfstream Aerospace G-1159 con matrícula N18ZL aterrizó en la pista del aeródromo de Majahual, lo que originó una movilización de los elementos del VII Regimiento de Caballería Motorizada que están destacamentados en el puesto de vigilancia de Majahual.

Una vez identificada la aeronave, que estaba en la punta sur del aeródromo del gobierno del estado operado por VIP Saesa, los soldados acudieron para cumplir con los protocolos de seguridad, para que informaran del aterrizaje, ya que no sabían si se les había acabado el combustible ni tampoco su destino final.

Sin embargo, al no tener respuesta detuvieron el narcojet, al ponerle a escasos centímetros del tren de aterrizaje una camioneta militar tipo Hummer.

En el sitio ubicaron y detuvieron a dos presuntos narcotraficantes, los dos tripulantes Aldo L. M., de nacionalidad venezolana, y Miguel Ángel B. V, de nacionalidad boliviana.

En el interior del avión fue asegurada tonelada y 225 kilos de cocaína, repartidos en mil 230 tabiques que estaban en 42 paquetes. El vuelo tenía todos sus permisos legales de despegue, pero la aeronave voló primero a Bolivia, luego Perú y Venezuela, y por último se dirigió a México.

Sin embargo, aunque tenía plan de vuelo a Cozumel con permisos legales, el avión cargado con droga al parecer recibió el aviso de que había reforzamiento de las medidas de vigilancia en su destino, por lo que se desvió para aterrizar en la aeropista de Majahual.