Quintana Roo

Cambio en Jugocopo sigue sobre la mesa

De la Redacción

CHETUMAL, 9 de febrero.- Luego de una serie de tropiezos y presiones políticas externas, esta semana se definirá la permanencia de la diputada Reyna Durán Ovando al frente de la Junta de Gobierno y Coordinación Política (Jugocopo) del Congreso.

Y es que Durán Ovando, actual coordinadora del Morena y presidenta del Congreso en la XVI Legislatura, ha sido muy obvia en su alianza política con el diputado panista Eduardo Martínez Arcila; además de que tampoco ha tenido disimulo en demostrar que es un títere de su jefe y “padrino político”, el diputado federal Luis Alegre Salazar, quien a su vez ya se siente dueño del partido guinda en Quintana Roo, por lo que incluso ha pretendido pasar por encima de Yeidckol Polevnsky Gurwitz, que es la secretaria general de ese partido.

Reyna Durán Ovando llegó a la presidencia del Congreso con el respaldo de una mayoría de su bancada, así como de la propia Polevnsky Gurwitz, pero por sus constantes tropiezos, sus malas decisiones y las presiones políticas externas a las que está sometida, se sabe que se ha ganado el descontento de una mayoría de sus compañeros en la XVI Legislatura, quienes desde el pasado fin de semana están negociando su cambio en la coordinación del grupo legislativo.

Tratando de “calmar las aguas” y poner orden en su bancada, la presidenta del Congreso citó al resto de los diputados morenistas a una reunión urgente el viernes pasado, pero sólo asistieron Luis Fernando Chávez Zepeda y Alberto Batún Chulim, este último también peón del diputado federal Luis Alegre Salazar.

Totalmente desairada por su propio grupo parlamentario, a Reyna Durán la dejaron plantada el diputado Edgar Gasca Arceo y las diputadas Erika Castillo Acosta, Linda Cobos Castro, Paula Pech Vázquez, Euterpe Gutiérrez Valasis y hasta María Fernanda Trejo Quijano, que se supone es otra de sus incondicionales en la XVI Legislatura.

La “gota que derramó” el vaso fue que un día antes de la fallida reunión, el diputado José Luis Guillén López, representante de Movimiento Auténtico Social (MAS), metió una iniciativa para reformar la Ley Orgánica del Poder Legislativo y que permitiría blindar a Reyna Durán en la presidencia de la Jugocopo.

El diputado Guillén pretendía que la iniciativa fuera atendida inmediatamente, por lo que la presentó con carácter de urgente y obvia resolución, de manera que Reyna Durán quedara protegida al frente del Congreso, sin importar que más adelante sus compañeros de bancada decidan cambiarla de la coordinación.

Esto le generó el reclamo de otros diputados del Morena, quienes le pidieron a Reyna Durán una explicación al respecto, pero ella lo negó y dijo que no había nada de eso, aunque finalmente fue desmentida al revelarse el documento del diputado José Luis Guillén.

Cuando en medios informativos se da a conocer el intento de “madruguete” a la bancada del Morena, a través de la iniciativa del diputado Guillén, otros diputados cuestionan a Reyna Durán sobre este asunto, ella lo niega y al poco tiempo es exhibida por diputados de otros grupos legislativos, que mostraron que el documento había ingresado a la Oficialía de Partes el 6 de febrero a las 4:23 de la tarde.

Lógicamente esto terminó por incomodar a varios de sus compañeros de bancada, aunque Reyna Durán intentó tener el acercamiento y hacer las paces con ellos, su bancada la ignoró y no asistió a la reunión citada para el pasado 7 de febrero.

El diputado José Luis Guillén fue regañado y al día siguiente pidió que su iniciativa tenga el trámite normal, de manera que no sea atendida con carácter de urgente, pero el golpe ya estaba hecho y la negociación para el cambio de Reyna Durán sigue sobre la mesa.

Yeidckol Polevnsky está enterada de todos estos sucesos, empezando con el supuesto intento de Reyna Durán para remover a Arturo Castro Duarte de la Secretaría General del Congreso, pues se dice que en su lugar quería imponer a Luis Alamilla Villanueva, que también es “ficha” del diputado federal Luis Alegre Salazar.

Como Castro Duarte es incondicional de Yeidckol Polevnsky y ésta a su vez fue la que ayudó a Reyna Durán para llegar a la coordinación legislativa del Morena y poder ser la presidenta del Congreso, se sabe que no fue de su agrado y lo tomó como una traición de parte de la legisladora, por lo que ahora ya está en análisis su posible sustitución.

El diputado Luis Fernando Chávez Zepeda es uno de los que han alzado la mano para tomar el lugar de Reyna Durán, por lo que hace poco viajó hasta México para entrevistarse con Yeidckol Polevnsky, quien ya está valorando su perfil y podría darle esta oportunidad.

Sin embargo, como la política es muy cambiante, se sabe que Luis Fernando Chávez ya tuvo un “acercamiento” con Reyna Durán, por lo que en sus últimas declaraciones ambos han asegurado que todo está bien al interior de la bancada y que todo lo que se ha dicho sólo son rumores, porque además los estatutos del Morena les impiden hablar mal o decir algo que pueda afectar la imagen de su partido, especialmente ahora que se avecinan los tiempos electorales.

Por sus constantes tropiezos, falta de tacto político y dañino autoritarismo, la presidenta de la Jugocopo también se ha ganado el descontento de los coordinadores de otras bancadas, quienes están dispuestos a respaldar, en caso de presentarse, su relevo de la coordinación de la bancada del Morena, lo que también la haría perder la representación del Congreso local.

Otro gran error de Reyna Durán fue haberse asignado desde la presidencia del Congreso un jugoso “botín” de 90 millones de pesos que ha querido utilizar directa y discrecionalmente, lo cual no fue del agrado de varios legisladores tanto de su partido como de otras bancadas.

El descomunal recurso representa todo lo contrario a los principios del Morena y la austeridad republicana marcada por el Presidente Andrés Manuel López Obrador, que ha repetido hasta el cansancio que en su gobierno se terminaron los privilegios y el dispendio de recursos de políticos y funcionarios en turno, pero tal parece que esta directriz no aplica en el Congreso de Quintana Roo.

Una cosa es muy cierta, que las presiones políticas que pesan en Reyna Durán son muchas y son muy fuertes, por un lado tiene a su jefe y “padrino político”, el diputado federal Luis Alegre Salazar, quien quiere dominar el Congreso y para ello ha desobedecido y pasado por encima de la secretaria general Yeidkcol Polevnsky.

Detrás de Reyna Durán también están los intereses del diputado panista Eduardo Martínez Arcila, con quien fraguó una alianza para desplazar a los que consideran sus “adversarios políticos” y, con ello, poder tener el poder absoluto del Poder Legislativo.

Es por eso que con el apoyo de la presidenta de la Jugocopo, Luis Alegre y Eduardo Martínez han conseguido espacios privilegiados en el Congreso del Estado, ya que el primero busca el control político y económico para poder trabajar en sus aspiraciones a la gubernatura de Quintana Roo, mientras que el segundo quiere cubrirse las espaldas y al mismo tiempo enseñar a Reyna Durán los “malos manejos” que se hacen en el recinto legislativo, de manera que puedan seguir con las viejas prácticas de corrupción de la pasada XV Legislatura, cuando Martínez Arcila era presidente del Congreso, lo que indudablemente les servirá para sus fines político electorales.