Por Lusio Kauil
JOSE MARIA MORELOS, 11 de febrero.- Los cerros que se cortaron en la ciudad hace ya unos 6 años, indicó el señor Agripino Medina Escamilla, presidente del consejo de vigilancia ejidal del Kilómetro Cincuenta, se han ido desmoronando poco a poco, porque quedaron expuestos al aire y a la lluvia y, por tanto, se deben proteger con muros y mallas.
Dijo que no está mal en cortarlos, porque gracias a ello se lograron conectar calles y ampliar otras del centro a las colonias populares, tarea que en el pasado se veía imposible.
Ahora, expresó, les corresponde a las autoridades municipales actuales terminar esos trabajos, es decir, construir muros de contención o, en su caso, colocar mallas para evitar que caiga sobre los transeúntes alguna roca que pueda provocarle daños severos.
Comentó que desde el momento que los cerros fueron cortados quedaron expuestos al oxígeno y al agua, y esos dos elementos son los que van a ir provocando que se vayan desbarrancando.
Medina Escamilla anticipó que tarde o temprano esas lomas si no se protegen, se van a venir para abajo y puede hasta causar una tragedia, y entonces la autoridad se verá forzada a tomar medidas de seguridad.
Refirió, antes de que suceda una desgracia la autoridad municipal debe tomar medidas de prevención reales, como la construcción de muros a lo largo del corte del cerro y colocar mallas en la parte alta.
En el caso del cerro que está sobre la calle Chilam Balam, a una cuadra del parque principal, se puede hasta colocar lámparas en el muro de contención para que, por las noches, esté alumbrado el tramo.
Los cerros más altos de la ciudad, que son como unos 8, fueron cortados durante la administración de Domingo Flota Castillo (2011-2013).
Y, en el trienio de Juan Parra, se dijo que en varios de ellos se les iban proteger con malla para que evitar que haya accidentes en esos lugares. Al término de la administración, no se hizo nada de lo que se dijo. Durante la administración de José Baladez Chi se colocaron mamparas al pie de los cerros en las que se advertía a la gente que no caminara muy pegado a los cortes, a fin de evitar que le cayera alguna roca, pero esas mamparas, después de algunos meses de haber sido colocadas, desaparecieron.