Por Karina Carrión
COZUMEL, 26 de febrero.- Concurridas lucieron las iglesias católicas durante este Miércoles de Ceniza, con lo que inicia la Cuaresma para quienes profesan esta religión, por lo que centenares de fieles acudieron a la imposición de la ceniza donde fueron exhortados por los párrocos para la oración, la penitencia y el ayuno durante los 40 días que la iglesia marca para la conversión del corazón.
Iglesias como San Miguel Arcángel, San José del Mar, Corpus Christi, Nuestra Señora de Guadalupe, entre otras, lucieron atiborradas por feligreses católicos, quienes acudieron desde las siete de la mañana a la ceremonia eucarística y la imposición de ceniza, como parte de la liturgia del Miércoles de Ceniza.
Desde adultos de la tercera edad, así como infantes acompañados de sus padres, asistieron con mayor índice durante la mañana y el mediodía del miércoles a las parroquias, ya que en la isla de Cozumel se permite que los pequeños participen en las fiestas carnestolendas, al tiempo en que se les inculca la creencia católica como parte de las costumbres y tradiciones, por lo que los diversos sacerdotes invitaron a los feligreses a respetar los días de ayuno y abstinencia durante los próximos viernes hasta llegar a la Semana Santa.
Cabe hacer mención que los párrocos coincidieron en que la ceniza fue elaborada con la quema de los ramos (palmas) del año anterior durante la celebración del Domingo de Ramos, y fue colocada en la frente y sobre la cabeza de los fieles, como signo de la caducidad de la condición humana; como signo penitencial, y como signo de conversión que debe ser la nota dominante durante toda la Cuaresma.
Asimismo, los párrocos convocaron a los católicos a actuar adecuadamente, con el objetivo de crear una mejor conciencia en la vida cotidiana, ya que de esa manera podrán acercarse más a Dios, logrando según palabras de los sacerdotes, una estabilidad espiritual mediante el ayuno, la abstinencia y la generosidad para tener un verdadero cambio.
De igual manera, comentaron que la abstinencia y el ayuno no aplican para los infantes y adultos de la tercera edad forzosamente; sin embargo, si las familias consideran prudente someterse a la misma, será doblemente considerado el sacrificio que se realice.