Isabel Virgilio Canto, quien desde hace 2 años estableció en su domicilio particular, en la calle 45 número 26, un pequeño local que le permite estar en la comodidad de su hogar, hace apenas unas semanas le iba bien en su negocio, pero a raíz de que llegó la contingencia por el COVID-19, afectó su negocio, no hay clientes, “sigo de pie aquí”, nos narra que es el único sustento con el que cuenta económicamente, la venta diaria de antojitos.
Nos cuenta que se sostiene e invierte gracias a créditos de financieras, pero que ellos en ninguna condición son capaces de esperar, “te cobran intereses sobre intereses y no son conscientes, no hay ningún tipo de apoyo por parte de ellos ante la situación y crisis que atraviesa la isla en estos momentos”, así aseguró la entrevistada.
Doña Isabel solicitó a las autoridades correspondientes algún tipo de apoyo que le puedan ofrecer a través de un crédito “donde podamos invertir y pagar cómodamente con mensualidades, no queremos gratis las cosas, queremos un apoyo de Gobierno, ya que con esta situación que atravesamos actualmente quedaremos severamente afectados y en ruina”.
“Ojalá puedan hacer algo por todos los micro negocios que existen en la Isla, ya que afectan a cientos de familias que dependen diario de su venta de comida; entendemos la enfermedad, que es en todo el País, quedaremos ahorcados, empeñando y vendiendo lo poco que tenemos para poder sobrevivir, es una pena grande que estemos viviendo y en todo el mundo”, expresó la señora Isabel.
(Texto y fotos: Patricia Gómez)