Por Yolanda Gutiérrez
Como muy grave calificó el presidente de la asociación civil Ángel Ciudadano, Hernán Cordero Galindo, el tema de la trata de personas, al considerar que tiene mucho que ver con el secuestro de mujeres, que son esclavizadas y obligadas a prostituirse, sin que las autoridades muestren mucho interés en el problema, entre otros motivos porque están coludidas o protegen a los responsables. También manifestó su preocupación por las desapariciones de jóvenes en discotecas de la ciudad y la apatía de la Fiscalía para resolverlas.
Fue claro al señalar que, a nivel nacional, Quintana Roo sigue estando dentro de los cinco primeros lugares en impunidad, lo que propicia la comisión de todo tipo de delitos, entre ellos la trata de personas.
“El tema es mucho más grave de lo que creemos, es poco sabido y por lo mismo no se expone porque el tema del narcotráfico se ve y se siente más, es tan clandestino que casi parece que no existe, pero el problema es enorme, no puedo decir que más o menos grave que el narcotráfico, pero tiene que ver con secuestro de personas que esclavizan y tratan de la manera más indignante”.
En este sentido, Cordero Galindo manifestó que hay mucha colusión con el tema de trata de personas y, en general, con cualquier otro delito y se necesita mucha presión ciudadana para poder romper con estos vínculos y colusiones, sacarlos a la luz y son muchos los que pedimos este cambio.
Respecto a las desapariciones de jóvenes registradas en discotecas desde el año pasado, cuando un turista originario de Nuevo León fue visto por última vez en la discoteca Palazzo, posteriormente otro joven no volvió a ser visto desde que entró a Distrito Cavana y, más recientemente los casos de la discoteca Dallas, donde nunca más se volvió a saber de un hombre e Imperio, de donde desapareció una pareja, expresó que la Fiscalía General de Justicia del Estado tiene buena parte de responsabilidad, no en las desapariciones sino en la apatía y falta de ganas para investigar.
“No radica en que haya más policías ni que estos sean fabulosos, ni en cámaras de vigilancia ni en arcos detectores de metales que puedan ponerse en las discotecas, radica en la fiscalía, que no desempeña su trabajo como debe ser”.
Para finalizar, mencionó que los abogados son el mejor testimonio de lo que sucede a diario en las fiscalías, de la corrupción que impregna la dependencia, pero no se atreven a hablar por temor a las trabas que puedan ponerles en el desempeño de su labor y, principalmente, porque se sienten vulnerables.