Quintana Roo

Por Karina Carrión

 

COZUMEL, 14 de abril.- Ante la mano débil que han demostrado tener los tres órdenes de gobierno, ciudadanos siguen haciendo caso omiso de las medidas deprevención  y permanecen en las calles de Cozumel, aún cuando los números más recientes arrojan que en el municipio, ya se contabilizan ocho casos confirmados de COVID-19.

Y es que a pesar de las recomendaciones que han realizado los tres órdenes de gobierno a las familias cozumeleñas, éstas siguen haciendo caso omiso al notar que nada se les castiga o sanciona por parte de la autoridad, incluso algunas familias todavía siguen circulando en motocicletas llevan dos o más personas, así como otras familias que se pasean por las calles de Cozumel en automóvil y con el conductor, el copiloto y tres pasajeros más, incluso infantes.

Algunos comercios permanecen abiertos durante todo el día o en otros casos con horarios variados, lo que deriva en que la gente siga saliendo de sus casas y pese a que no existe restricción severa como en otros municipios y estados, las cifras de personas contagiadas sigue en incremento, toda vez que de domingo a martes ya se registró el conteo de tres casos positivos más en la isla.

Dichas cifras parecen ser poco relevantes para lugareños e incluso, la autoridad, quien no ha efectuado filtros constantes como los que se han activado en municipios del vecino estado de Yucatán donde todo aquel que circule en las calles sin justificación precisa laboral, es sancionado e incluso, detenido en los separos de la cárcel municipal.

En el caso específico de Cozumel, existen ciertas dependencias que han dejado saber que darán facilidades a la ciudadanía para que éstos efectúen sus pagos de variados servicios como Internet, agua potable, energía eléctrica, entre otros, pero los ciudadanos continúan acudiendo a las oficinas a realizar sus pagos porque aseguran que no quieren tener multas o atrasos, aún cuando existe un riesgo de contagio en la vía pública.

Aunado a dicha actitud, tampoco se ha emitido información alguna a la comunidad para que todo aquel que transite por la calle, justificadamente, porte cubreboca o de lo contrario, sea sancionado o retornado a su vivienda, lo que deriva en que desde padres de familia con sus hijos menores de edad o en general, sigan circulando o permanezcan en largas filas sin tener las medidas precautorias que se han recomendado a nivel mundial ante la contingencia que ha derivado en 24 defunciones, lo que poco parece a importarle a los ciudadanos.