Quintana Roo

Por Karina Carrión

 

COZUMEL, 14 de abril.- Habitantes del poblado de El Cedral, al sur de la isla, manifestaron que contrario a la afectación que se vivió con la influenza H1N1 hace más de una década, con el COVID-19 están padeciendo mucho más del debacle económico que representa la ausencia de turismo y la actividad comercial en el lugar ante la crisis sanitaria, pese a que radicar en dicha zona les genere menos riesgos de contagio.

Por su parte, Jorge Cárdenas Valdés aseguró que quienes han vivido por años en El Cedral del Ejido Villa de Cozumel, se han adaptado a un estilo de vida tranquillo, "claro que con turismo y trabajadores de empresas del ramo aquí entre semana hay cierta vida y movimiento, pero ahora está todo en calma".

Resaltando: “sí nos preocupa la parte de la economía por la falta de visitantes, pero estamos conscientes de que en este momento la prioridad es la salud de todas las personas, y aquí estamos más seguros, alejados del grueso de la población, donde mucha gente sigue irresponsablemente saliendo a la calle sin necesidad".

Al menos así coincidieron algunos de los habitantes como lo dejó saber Martín Alberto Cárdenas Ávila, quien aseguró que quienes tienen una propiedad en el poblado de El Cedral,  han optado por años en pasar la mayor parte del tiempo en esa zona, dedicándose a diversas actividades, principalmente comerciales, turísticas y familiares.

Además, agregó que "claro que estamos alejados de la mancha urbana, pero en este momento es mejor por la alerta sanitaria y atendiendo las recomendaciones de las autoridades, aquí tampoco hay reuniones o actividades que incrementen el riesgo, por el contrario es muy tranquilo para pasar la cuarentena, pero la verdad es que sí es más fuerte la afectación y restricción que cuando se vivió la influenza H1N1", dijo.

María del Socorro Avilés Sánchez, otra de las entrevistadas, reconoció que “claro que se resiente la parte económica porque al no haber movimiento turístico, no abren los locales comerciales, no hay tours y por ende, la ausencia de empleados impacta directamente en las ventas, por ejemplo de una tienda de abarrotes, pero no sé puede hacer otra cosa por el momento", refirió.

La entrevistada agregó que "la esperanza es que si atendemos las indicaciones de las autoridades en materia de salud, se acorte el tiempo de espera para reactivar la actividad comercial y turística porque sino será una debacle tremenda para este poblado que por años ha subsistido a todo tipo de contingencias".