El Hospital Oncológico de Chetumal y el Hospital Comunitario de Nicolás Bravo se han convertido en los “elefantes blancos” en el sur del estado, no han podido ser de utilidad en esta emergencia sanitaria del coronavirus COVID-19.
Mientras que los casos positivos y decesos por el virus continúan aumentando exponencialmente en el estado Quintana Roo, los establecimientos mencionados siguen cerrados.
Se había comentado que ambos centros hospitalarios serían habilitados para atender a pacientes con coronavirus COVID-19 y se recibiría la ayuda del personal de sanidad militar, ya que los Servicios Estatales de Salud se encuentran rebasados ante la emergencia sanitaria, sin suficiente personal, equipo e insumos médicos.
Desde el año 2012, los ejidatarios de Nicolás Bravo aceptaron donar el terreno para la construcción del Hospital Comunitario, que una vez concluido beneficiará a más de 40 comunidades rurales de esa región, dando atención a un promedio de más de 30 mil habitantes.
Solo el poblado de Nicolás Bravo tiene más de 9 mil habitantes y solamente un centro de salud que se encarga de darle atención a todos ellos y a poblaciones aledañas, lo que origina una sobrecarga en los servicios de salud y hace que estos sean deficientes.
Con información de Gabriel E. Manzanilla
Por Redacción Por Esto!