Quintana Roo

 

Por Yolanda Gutiérrez

 

Al igual que con la crisis económica del año 2009, cuando al menos tres marinas de la zona hotelera se pusieron a la venta y cambiaron de propietario, podría suceder lo mismo ante los estragos del COVID-19, según manifestó el expresidente de la Asociación de Náuticos de Cancún, Roberto Díaz Abraham, con la salvedad, según agregó, de que ahora el tema es a nivel mundial, la falta de recursos afecta a todos los sectores y como el fin de la pandemia va para largo, no se sabe cómo se sostendrá todo en el ínter.

Agregó que las casi cinco mil embarcaciones menores turísticas y particulares que permanecen atracadas reciben mantenimiento y son supervisadas por las tripulaciones que permanecen a bordo para evitar que las lanchas puedan echarse a perder por falta de uso.

Explicó que por suerte para los propietarios de las embarcaciones que no podrán zarpar hasta que se levante la contingencia, las tripulaciones, al completo o una parte, se quedan a cargo de los barcos para darles mantenimiento y asegurarse de que todo funcione de manera correcta.

Díaz Abraham expresó que afecta económicamente que las embarcaciones no se muevan, ya  que mientras por una parte no están generando ingresos de la actividad turística, por el otro se tiene que seguir pagando a la tripulación.

“A lo mejor se  hace algún convenio con los empleados  porque todo el mundo entiende la situación, entonces los que pueden irse a sus pueblos, a sus casas se van y algunos se quedan, generalmente con un sueldo menor, que les afecta económicamente porque también pierden propinas y otras oportunidades de hacer dinero, como pescando, los que se dedican a actividades de pesca deportiva”.

Advirtió que no es probable que las embarcaciones resientan las semanas sin movimiento, porque al poder manejarse los barcos en espacios cortos, es factible arrancar la máquina para que no se atrofie, así como limpiar los fondos, porque si se dejan sin limpieza se llenan de verdín y se convierten literalmente en un arrecife.

También dijo que con la crisis de 2009 hubo por lo menos tres marinas que se pusieron a la venta, al igual que un número indeterminado de embarcaciones y advirtió que ahora podría suceder lo mismo, con la salvedad que en esta ocasión el tema es mundial.

“Hay falta de recursos en todos los sectores, lo mismo va a pasar con la  vivienda para renta, los hoteles, habrá quien se vea en la necesidad de vender por las circunstancias pero no va a ser fácil encontrar compradores hasta que se tenga una mayor claridad en cuanto a qué va a pasar en torno a la economía,  la situación es difícil para todos y como va para largo no sabemos cómo va a sostenerse todo”.