Por Angel Paredes
Luego de que la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat) anunció que poblaciones de polinizadores como las abejas han disminuido un 30% en América Latina, se dio a conocer que este año la cosecha de miel se atrasó hasta mes y medio a causa de la sequía, aseguró Deiser Arceo, jefe de control de calidad de una planta de miel en Mérida, quien además dijo que el crecimiento de la mancha urbana y el cambio climático son factores que amenazan al insecto.
En Quintana Roo, zonas como Tulum, Felipe Carillo Puerto y Othón P. Blanco, son reconocidas como productoras de miel, que también se ven afectadas ya que las abejas sufren por la falta de sus hábitat que les son arrebatadas por el hombre, ocasionado que busquen otros sitios para recolectar polen y néctar.
“Hay muchos factores por el cual ha disminuido la población de las abejas, independientemente de los incendios que son actos que muchas veces son provocados, tenemos el problema del cambio climático, la parte de la deforestación, la extensión de la sequía, por ejemplo, mucho de los puntos que les está afectando a los apicultores es por la enjambrazón de las abejas, una colmena detecta que en una zona no existe la floración suficiente para tener alimento, las abejas salen y van a buscar otra zona donde puedan encontrar alimento, entonces hay muchas pérdidas en esa parte; se puede controlar pero genera mucho costo para al apicultor porque tendrían que invertir en alimentación suplementaria para que las abejas no se vayan”, explicó.
Añadió, que sin duda en este 2020 la cosecha se atrasó pues en años anteriores se da en febrero y ahora se prevé que se dará hasta el mes de abril.
“En nuestro caso hay un atraso en la entrega de miel, en años anteriores teníamos entrega de miel en mes de marzo, pero apenas se está dando este ingreso actualmente, y esto se da porque como hay sequía no hay flores, no hay alimento suficiente para las abejas, lo que hacen los apicultores es mejor no cosechar la poca miel que produjeron las abejas y esperar un poco más de tiempo, pues de lo contrario le quitarían el poco alimento a las abejas”, abundó.
Asimismo, explicó que el tema del crecimiento de la mancha urbana es una realidad, ya que debido a la construcción de residenciales, proyectos comerciales en la selva, provoca que las abejas busquen otros sitios para producir su miel.
“Con el crecimiento de la mancha urbana, pues hay muchos lugares o terrenos en donde apicultores lo designan como sus apiarios, pero si cercano a la zona hay la construcción de alguna residencia o deforestación, las abejas terminan alejándose y buscando un lugar donde tengan más fuentes de alimento, porque las abejas vuelan y emigran a otras zonas donde puedan hacer sus colmenas”, dijo.
Por último, aseguró que el trabajo de los apicultores es muy importante, pero que desafortunadamente es un oficio que va en declive, ya que muchos hijos de apicultores no tienen la misma pasión por el trabajo y se va perdiendo el interés por parte del hombre para dedicarse a la producción de la miel.
Y reiteró que la función de las abejas es muy importante, ya que son las encargadas de polinizar y que sin ella no florecerían muchas de las flores de las selvas, además de que son las encargadas de que las plantas germinen y produzcan semillas.