Por Luis Enrique Cauich
KANTUNILKÍN, 7 de abril.- Una familia de la cabecera municipal, ha sufrido en los últimos días acoso y linchamiento mediático en las redes sociales y los grupos de WhatsApp, donde se divulgó que presuntamente una de los integrantes padecía COVID-19 y había sido enviada a Kantunilkín o se le había permitido ingresar al municipio, al grado que varios habitantes acudieron al hospital de la ciudad para exigir su salida de la demarcación.
Ante los estrictos protocolos que siguen en los filtros de Lázaro Cárdenas, a una habitante de Kantunilkín que había sido detectada con temperatura y dolores de cabeza al retornar de Cancún, le fue rechazada su ingreso al municipio y se le exhortó que se regresara a esa ciudad y acudiera a realizarse un examen que determinara si padece o no la enfermedad.
Este domingo fue detectado otro posible caso de la enfermedad en otro filtro de este municipio, el instalado en la comunidad de El Cedral, donde fue retenido el taxi donde viajaba hacia Kantunilkín, teniendo que implementarse los protocolos preventivos y de cómo proceder en un caso sospechoso.
La mujer, así como el chofer y el taxi, fueron llevados al hospital de Kantunilkín, donde incluso se implementó un cerco para que los habitantes no se acercaran al edificio médico, en donde se le hizo una revisión y se determinó que la mujer no contaba ya con los síntomas, de modo que quedó descartada como caso sospechoso.
Las autoridades del hospital señalaron que se cumplió con los protocolos de actuación que se deben aplicar de llegarse a presentar un caso sospechoso, todo fue de trámite para saber cómo actuar en caso de registrarse la enfermedad en este municipio.
Los hechos se divulgaron en las redes sociales, donde habitantes sin sustento alguno afirmaron que la mujer tenía el COVID-19 y había traído la enfermedad al municipio, de modo que “a todos los cargaría la chin….ada”, señalaban algunas de las publicaciones.
De hecho hubo quienes subían capturas de grupos de Whatsapp afirmando que algún elemento había confirmado el caso y se convocaba a cerrar el acceso a Kantunilkín y acudir al hospital para sacar a la mujer antes de que la enfermedad comenzara a propagarse.
En medio del miedo y la ignorancia, varios habitantes se arremolinaron frente al hospital para exigir información, puesto que acusaban que las autoridades escondían el caso, sin considerar el hecho que de haber sido cierto, al acudir al hospital corrían el riesgo de contagiarse y llevar esa enfermedad a sus hogares.
Familiares de la mujer indicaron en las redes sociales que desde la primera publicación del viernes pasado comenzó el acoso, puesto que se pedía que no acudieran a comprar con la familia porque podrían contagiarse y evitaran incluso pasar por su hogar.
El domingo las publicaciones fueron más fuertes por parte de habitantes que instigaban a los ciudadanos a hacer acciones en contra de las autoridades, de la familia y cerrar los accesos a la ciudad, en un linchamiento mediático que casi se salió de control, hasta que la familia publicó en las redes sociales su intención de demandar jurídicamente a sus acosadores.
Este mismo domingo por la noche, las autoridades de Protección Civil, las autoridades de salud y autoridades municipales, informaron que no se tenía ningún caso confirmado de coronavirus en el municipio Lázaro Cárdenas.