Un grupo de 18 voluntarios, integrados por un empresario y feligreses de una iglesia de Chetumal, desde muy temprana hora inician con los preparativos para regalarles un plato de comida a las personas que son de escasos recursos o que han quedado desempleadas por la contingencia sanitaria.
En una labor titánica, el empresario Jonathan Barragán dona el 100 por ciento de los insumos, acude desde muy temprano al mercado para conseguir la proteína con la que elaboran más de 300 porciones de comida.
En la cocina los voluntarios lavan trastes, prepararan contenedores, diseñan el menú y reparten tareas que se realizarán durante todo el día.
Desde las 11:30 horas, las personas comienzan hacer una larga fila -aunque la comida no está terminada-en la entrada de la parroquia Puerta de Paz, ubicada en la avenida Universidad esquina con Chapultepec, que se mantiene abierta exclusivamente para esta labor.
Antes de empezar a repartir los alimentos, el equipo de voluntarios realiza una oración para bendecir los alimentos y pedir que el día de mañana puedan conseguir los recursos para elaborar otras 300 porciones de comida.
A las 13:00 horas empieza la distribución de los alimentos, la gente continúa en la fila respetando la distancia, algunos no pueden contener la sonrisa de emoción y agradecimiento, otros se apresuran para abrir el contenedor y descubrir el menú, hoy por ejemplo fue picadillo con frijol.
Con información de Abraham Cohuó
Por Redacción Digital Por Esto! SC